Siempre he estado sola interiormente

«Siempre he estado sola interiormente. Ese es mi lugar, el de mi escritura. Quien osa entrar ahí, con buenas intenciones o no, es un usurpador. No hay otra forma de llamarlo porque aquí no hay nada racional, salvo que las palabras se unen para intentar mostrar lo que ya está presente. Lo que siempre ha estado presente.

Tengo 60 años. Varios matrimonios, una lista de trabajos y, posiblemente, hijos de los que no hablaré. Escribo porque me lo prometí a mí misma a una edad temprana y no lo he cumplido. Quizá también porque tengo tiempo. No es una despedida. A los 60 aún queda mucho por delante, pero también se sabe que pasará rápido, como ha pasado la vida.


Mi vida ha sido particular por un hecho simple: no me sorprende tener 60, como tampoco me sorprendería tener 80. Quizá a los 90 note algo distinto, más calmo, pero no lo sé. No me sorprende la edad que tengo ni la que podría tener, porque siempre me he sentido en tránsito. Para mí, el presente nunca ha sido más que pasado. Desde pequeña lo supe. No sé si es una falla o una particularidad, pero viví con ello, como vivo ahora.

De ahí viene mi asombro, pero no es nuevo. No se trata de una escritura hecha para decir algo. Yo no tengo nada que decir. Mi asombro es ver que el telón no cae en una obra que ha sido más observar que actuar. Aunque he actuado, pero en los rincones donde la luz no llega. Tal vez ahí ha estado mi vida: en los espacios donde las formas no se ven y lo informe se expande sin miedo a ser juzgado, donde lo ilimitado se convierte en límite.

No busco recordar. Todo pasó como si no hubiera pasado o, peor, como si ya hubiera pasado aunque lo estuviera viviendo. Cuando se vive en pasado, todo se ve y se siente distinto. Algunos pueden entenderlo por la desconexión de la depresión o la exaltación de la manía. Los otros están allí y uno, lo que sea que uno sea, está acá. ¿Cómo cruzar? No se puede. Solo se puede fingir que no hay desconexión. Observar cómo actúan los demás y actuar en consecuencia.

Tengo 60 años y lo repito porque debo situarme en algún punto del espacio y, aunque no me guste, del tiempo. Solo así puedo seguir escribiendo y no desistir en este primer día, que, a pesar de todo, no quiero que sea el último. No sé muy bien qué hago ahora ni qué hice antes. Mi vida no está llena de hechos, aunque inevitablemente los haya. Está llena de lo que vi pasar con la sensación de que pasaba por segunda, tercera o quién sabe cuántas veces más.

Buscaré algo al azar, como quien lanza los dados. Un amor o una muerte. No me decido. Me cuesta distinguir qué fue amor y qué fue muerte. Tal vez todos los amores sean muertes que aún no han ocurrido, y hay muertes que son el inicio de un amor que nos acompaña siempre. O por momentos, porque ahora no veo ni lo uno ni lo otro como compañía.

Por eso, cuando la gente pregunta ¿cómo te sientes?, los miro y, dentro de mí, les digo: usurpadores. ¿Por qué no se ocupan de sí mismos? Además, me digo, no quiero ocuparme de mí. Nunca lo he querido. Cuando me veo, paso de largo. Cuando tengo ganas de hablar, me tapo los oídos y sigo andando. ¿Qué tendría que decirme? No lo sé, porque no me he escuchado.

Las personas que no se escuchan son las que más se conocen, porque nada se ha fijado en ellas. Pero si soy honesta, aunque me haya tapado los oídos y haya seguido de largo, algunas voces se han filtrado. A veces, gritos de dolor, y me he imaginado sufriendo. Gritos desgarradores que podrían enloquecer, pero si no les presto atención, parecen calmarse. O tal vez solo dejo de percibirlos al concentrarme en otra cosa.

También me he escuchado cantar. Cantar como quien tiende la ropa al sol y parece disfrutarlo. Me he preguntado qué ropa es la que estoy colgando, qué es lo que me hace cantar y estar como si nada. No lo he deducido, aunque sospecho que han sido constataciones. Porque es lo único que he buscado: constatar, una y otra vez, que la vida es la observación de que nada queda entre las manos.

Pero aún no quiero llegar allí. Ni siquiera sé si llegaré. He escuchado también susurros, lo que no quiere ser oído. Para eso he fingido taparme los oídos y he visto cómo tramaba y jugaba con pedazos de la vida como si fuera una partida de ajedrez que, paradójicamente, abandono sin emitir ningún sonido. Hay muchas cosas que he escuchado de mí, pero siempre intento pasar de largo.

A veces—y aquí es donde contaré algo—ese intento de pasar de largo no ha sido suficiente. Ni siquiera ahora, a esta edad. A eso lo llamé y sigo llamando transgresiones».

Esta historia continuará —>

@Lina Cena

https://www.facebook.com/share/1ACsYn9WqR/

[mes de ser mujer, ¿o cómo era?


¿ ¿Qué prefieres ? ?

¿ ¿ Ofender a una mujer que ya ha sido lastimada por todos? ? ¿ ¿ Atacar a un hombre que busca soluciones?

¿ O hacerte responsable también, y QUITAR JUNT@S este *gobierno que se burla de todos nosotros?*


https://www.facebook.com/share/p/18UryVHSbJ/


MUJER PIENSA QUE LAS FEMINAZIS
DEBERÍAN SER METIDAS A LA CÁRCEL POR DESTROXOS. -Filosofía RESPONDE.


https://www.facebook.com/FilosofiaHgo/posts/pfbid02VWreywueUhxrCiMc7Q1No8qECGAzreDMprwPr4dV4N9zyxmapy5R1df2hiqFxug4l


https://www.facebook.com/FilosofiaHgo/videos/588781470825214


https://www.facebook.com/share/p/19ExTXoyka/


https://www.facebook.com/share/p/18UryVHSbJ/


https://www.facebook.com/share/p/18UryVHSbJ/


NO MÁS CINISMO deMELCHAFA
SI ESTÁS A FAVOR DE LA REVOCACIÓN DE Menchaca, agrégate al siguiente grupo y ayúdanos a informar a los Hidalguenses que podemos mejorar nuestra situación actual…

https://chat.whatsapp.com/KKBIGFj8smB1aKetePL6BR


#RevocacióndeMandatoparaJulioMenchaca #FueraNatyCastrejón #FueraNatividadCastrejónValdez

https://music.youtube.com/watch?v=N91QYVvowTQ&si=60dpBWyhDd77fNKn


https://www.facebook.com/share/p/1BMoQsYEXR/

Un comentario sobre “Siempre he estado sola interiormente

Deja un comentario