LEY d ARCHIVO de HGO -Normatividad violada x SEPH y Gob de Hgo

  1. La normatividad vigente debe estar disponible para consulta.
  2. La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento
  3. Para suplir la deficiencia institucional oficial sobre la información que es obligación de gobierno del estado divulgar y mantener accesibla para consulta, me dispongo a hacer esta información pública, desde mis funciones de persona simple comprometida con la recta legalidad, institucionalidad y profesionalismo; en síntesis, con el verdadero desarrollo de mi comunidad. Sólo así, y no de otra manera, es como cualquier trabajador@ de la Secretaría de Educación Pública y un licenciado en educación (en particular) como su servidor (o grado mayor), podríamos demostrar al menos la mínima capacidad, y autoridad moral, para poder decir que somos «maestros«: cuando damos el ejemplo.

«Ley de Archivos del Estado de Hidalgo»

Es notorio un «modus operandi» de algunas o varias autoridades según el cual, todas aquellas leyes que les atañen, pueden ser pasadas por alto, y parece no existir ninguna obligación sobre su cumplimiento.

Si un ciudadano o ciudadana comunes y corrientes son afortunados, y llegan a cometer una falta, se pretende que está bien y es correcto aplicarles la normatividad rigurosamente y al pie de la letra, y aplicando las sanciones o medidas disciplinarias estipuladas y prestablecidas.

[ LAS IMPLICACIONES DE LA LEY GENERAL DE ARCHIVOS PARA EL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA, Bertha Maciel García, Instituto de investigaciones jurídicas, UNAM ]

Si un ciudadano o ciudadana es tratado poco o mucho de un modo condescendiente; disculpando errores y faltas; y en su lugar, celebrando y premiando en menor o mayor medida actitudes noscivas: no es correcto, desde nuestro punto de vista, o se supone no habría de ser correcto para ninguna perspectiva en general. Las pruebas en cuanto a la denuncia que presento, más allá de cualquier especulación, subjetivismo o generalización, intentan mostrar y evidenciar cuál es la situación presente de ilegalidad ejercida y practicada como forma cotidiana de gobierno, particularmente por parte de las personas denunciadas por presuntos actos de hostigamiento laboral y/o negligencias administrativas delictuosas.

Lamentablemente, más allá de la injusticia y delictividad propia que toda interpretación extremamente severa o excesivamente blanda de las leyes implica, lo que no es admisible ni permisible para ninguna sociedad democrática regida por leyes (estatales, nacionales e internacionales), es que aquellas personas que buscamos, que perseguimos valores profundamente democráticos, y que estamos comprometidos con el verdadero desarrollo moral, ético, académico y científico de nuestro estado y país, seamos ignorados, «castigados», y humillados, recibiendo acusaciones falsas.

De tal manera que, lo más grave, es el daño y lesión que cuidadosa y detalladamente se hace de nuestros derechos humanos más fundamentales, y cuya víctima no es únicamente una persona (o pocas) sino toda nuestra sociedad, incluyendo a quienes por cualquier motivo no se dan cuenta de los hechos, e inconscientemente o voluntariamente participan de ellos. Ya que en el fondo existen faltas y delitos de todo tipo y gravedad que se permiten e incluso incentivan en toda nuestra sociedad y (lo grave) en nuestras instituciones; lo más grave son las lesiones a Derechos Humanos específicos como: la igualdad, la dignidad, seguridad, salud, educación, legalidad, no violencia, libre desarrollo (autonomía), trabajo digno (legal), libertad de pensamiento, expresión, identidad: lo más básico y fundamental es lo que más a menudo, cotidiana y profundamente, se violenta.

El objetivo principal de esta publicación es dar a conocer la «Ley de Archivos del estado de Hidalgo».

Dentro de nuestras denuncias, mencionamos «Negligencias/delitos administrativos»; que se refiere a que las autoridades mencionadas, pese a que son los primeros en el deber de conocer (cumplir, así como vigilar su cumplimiento) y aplicar la ley, están siendo los primeros en violarla, denotando ellos mismos que lo hacen con plena consciencia, voluntad y dolo.


Una de las leyes que se violan y sobre la cual demuestro conocimiento, competencia, proactividad, y capacidad de ofrecer orientación para su utilidad y óptimo funcionamiento, es justo esta «Ley estatal de archivos del estado de Hidalgo», la cual regula una buena parte de cualquier labor burocrática de que se trate.

Su buen cumplimiento garantizaría 3 cosas:

  1. Una gobernabilidad ética e íntegra (funcionarios que no tienen nada que ocultar, que no roban),
  2. la Transparencia institucional (que no sólo han presumido que buscan todos los colores políticos, sino que debe ser exigida por ley por cualquier clase de ciudadanos -con sus ideologías y fines diversos-, y de la cual debería dar ejemplo cualquier institución pública),
  3. y la [capacidad para] rendición de cuentas fidedignas por parte de las instituciones.

Si las evaluaciones que de sí mismas hacen las instituciones, y los resultados que dicen dar no son fidedignos, todavía más grave que la fuga de recursos y defraudación económica que ello «delata» (ni siquiera mencionemos la degradación ética y moral que padecen las víctimas y los propios promotores de la corrupción); lo capitalmente grave es que DESCONOCEMOS por completo las causas (incluso consecuencias) y posibles soluciones a cualquier problema que lleguem@s a tener y todos los que de hecho tenemos como estados y naciones. En otras palabras, si esto es así y sucede así, las instituciones y las sociedades que en ese estado se encuentran, muy lejos de siquiera estar acercándose al logro de sus objetivos, lo que en realidad hacen es producir los daños más graves sobre los asuntos que se supone deberían solucionar o mejorar.

Tal grado extremo de ignorancia no puede ser consebible ni posible, sino únicamente cuando se da el caso de que son nuestras instituciones de educación quienes trabajan con todo su empeño y compromiso para mantenernos cada vez más ignorantes, incapaces de tomar decisiones, vulnerables, dependientes, e incapaces para enfrentar o resolver ningún problema real, ya que ni siquiera nosotros somos «educados», ni educamos a personas capaces de identificar problemas, menos de resolverlos.

Yo no puedo hacer un juicio definitivo acerca de cómo es la naturaleza real de las cosas que se observan y se viven. Esa es la razón para realizar una denuncia, solicitar intervención de autoridades competentes, de opinión y observación pública. Es por ello que se buscan personas que sí puedan juzgar con mayor conocimiento, capacidad, y en función de los intereses del pueblo.

Lamentablemente, sólo hemos recibido silencio, evación de respuestas y responsabilidades; e incluso intentos de represalias y ataques a nuestra persona.

Como profesionales que vivimos la verdad y el conocimiento, que creemos en ello, y que es a partir de ello como sabemos producir tanto valor, como valores, y también cosas valiosas, y que si fuéramos maestros no podríamos enseñar nada sin estos principios de integridad; nosotros seguiremos haciendo lo que sabemos que es correcto.

elaboración denuncias solicitud de permiso
elaboración denuncias

Para saber más:

Seguiremos añadiendo, detallando y relacionando tanto los hechos ocurridos como la normatividad violada, es decir : pruebas, de la manera más objetiva y detallada posible. Aún falta bastante por presentar y exponer tanto al público como para continuar nuestro proceso de denuncias formales.

Por cierto, contamos con prueba y constancia de que las principales autoridades y actores sociales que tendrían que intervenir legalmente en la atención de nuestra denuncia y la búsqueda de su más favorable resolución, ya recibieron nuestro correo electrónico en el cual solicitamos sea este oficialmente recepcionado y considerado, en su carácter virtual, parcial y provisorio, legalmente reconocido. Ya lo han abierto y leído; y no tenemos aún ninguna respuesta por parte de nadie; ni autoridades ni sociedad civil legalmente establecida como miembros partícipes en el combate a la corrupción.

Esto no permitimos que nos amedrente ni detenga: más bien nos desilusiona y hace que sintamos lástima de toda persona prisionera de la prostitución moral y la ignorancia fanática cobarde y retrógrada que muestran. Pero, a nosotros, no hay nada ni nadie que nos detenga. Queda: para el Archivo.

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Como el mostrado en la imagen situada arriba de este párrafo, tengo registro más amplio. Lo que es sumamente raro es que, según este registro: desde «jorge.castillo@seph.gob.mx» se abrió el correo que envié como copia a esta dirección mencionada, y que además se supone es mi correo institucional, el cual se supone era mi herramienta de trabajo dentro de SEPH. No solamemnte no se rechazó el envío que hice desde mi correo personal, pues lo envié a esta dirección institucional que usaba, como para saber si seguía activa y era yo quien había olvidado la contraseña, o ya la habían desactivado del área de informática.

Ya fuera que para eso tuviera, alguien, alguna indicación o no indicación, si yo ya no tengo acceso a mi cuenta de correo de la SEPH y tampoco lo estoy usando: lo que se sigue por automático es que tal cuenta sea desactivada o eliminada. Como represalia por buscar hacer un trabajo ético y eficiente, se me intenta culpar de una infracción falsa, para lo cual se falsifica una carpeta, como se evidencia el video/grabación de la conversación que tuve en el área de jurídico el día 30 de enero de 2023.

¿Qué demuestran estas evidencias? Nuestro correo electrónico laboral, en el cual tenemos toda la correspondencia que más fielmente puede servirnos como prueba de nuestras actividades laborales, nos ha sido intencionalmente bloqueado e intervenido. No solamente no podemos usarlo como elemento en las pruebas de lo que decimos: por algo que es una evidente decisión de poder unilateral, arbitraria e injustificada. Sino que está existiendo, además, una usurpación, violación o transgresión de correspondencia, lo que implica un delito federal inaceptable de ocurrir en las instituciones, mucho menos de parte de nuestras «autoridades».

No paran ahí las cosas todavía. Si no tenemos acceso a nuestro correo laboral, tenemos evidencia de que nuestro correo laboral está activo, y alguien diferente a nosotros tiene acceso a él, lee los correos electrónicos que podrían ir dirigidos a nosotros, ¿no es natural motivo de sospecha y preocupación que otra persona -con esos accesos- pueda estar enviando correos a nuestro nombre; suplantando identidad y funciones?

Debemos pues, fundamentados en evidencias, señalar que, además de los delitos mencionados anteriormente, estamos justificados al indicar como posibilidad y sospecha: otros delitos federales graves como la violación de correspondencia, la usurpación de funciones, el robo de identidad, y demás que se asocien o resulten debido a la práctica delictuosa e indebida de éstos en nuestra institución de educación y/o nuestro gobierno estatal, por indicación y/o anuencia de autoridades y personal en todos los niveles, funciones e instancias del servicio público.

A lo largo de la conversación con esta persona de jurídico; video que compartí arriba y repito a continuación, aunque parezca «aburrido», pues llega a durar casi una hora y se escucha un poco difícilmente (con bajo volúmen), nótese (pese a deficiencias, se puede distinguir) que en todo momento, lo único que hace la abogada, es procurar justificar, «normalizar» y disfrazar de «adecuadas» o hasta «necesarias», esas maneras de proceder hacia los trabajadores comunes: sin mínima consideración ética, ni aplicación o protección de los Derechos Humanos básico de cualquier ser humano; mientras que se protege, de todas las formas posibles, una manera de actuar opaca, parcial, unilateral y discrecional, a todas luces abusiva y corrupta, de nuestras «autoridades» en primer lugar y, luego, de parte de las instancias que se supone deberían ser garantes de ética, legalidad y justicia. Compruebo y demuestro que no es así.


En otro momento agregaré, ya sea en una actualización de este escrito, o redactado más a detalle en otra sección: en qué ley(es) y en cuál(es) de sus puntos, se menciona que: un caso de acoso u hostigamiento laboral y/o sexual cuya víctima sea particularmente una mujer, y especialmente en una institución de servicio público, OBLIGATORIAMENTE se debe seguir el proceso completo de ser (1) denunciado, (2) investigado y (3) sentenciado (juzgado, que se determine forzosamente culpabilidad o inocencia, así como la(s) correspondiente(s) sanción(es); medida de reparación del daño, y se definan y ordenen medidas de prevención; ya que la intención legistativa de estas normas y un orden de estado de derecho real y correcto se propone ERRRADICAR (no tolerar ni negociar con) delitos tan serios, graves y arraigados como lo son la violencia de género y la corrupción institucional.

Cuando la abogada «platica» conmigo, por muy lindo tono que busca para hablarme, ella en realidad está:

(1) Violando mi derecho a la presunción de inocencia. Implícitamente, ya me asume como culpable de una falta que ella no puede saber si cometí o no cometí.

(2) Mi derecho humano a un trabajo digno, libre de violencia y corrupción. Al mismo tiempo viola el propio Derecho Humano a la Dignidad.

(3) El Derecho Humano a un entorno libre de violencia que por supuesto debe tener aquella compañera a quien dicen que yo «agredí» y jamás pudieron decir de manera clara, simple y verbal cómo supuestamente la agredí. Pretendían que yo firmara una «llamada de atención» mostrándome una carpeta de 200 a 300 páginas que supuestamente lo describía «todo». Por una parte, hacía meses que no había ni actividades, ni espacio en común de trabajo con tal compañera, ni interacción ninguna que pudiera argumentar cualquier agresión de mi parte hacia quien involucraron para que ella firmara falsamente como «víctima».

(4) Se demuestra la ineptitud, o bien falta de toda ética, o ambas infracciones y problemas, de las «personas encargadas» de cada uno de los asuntos que se ventilan. Ya que, lejos de poder amedrentarme con acusaciones falsas para cuya atención se ejercen abusos de poder cada vez más inexplicables e incalculables, además de inútiles; lejos de siquiera poder hacer «bien» un acto «malo», evidencian con más ahínco la tremenda corrupción e impunidad a la que están acostumbrados, y se demuestran culpables ell@s de las cosas, pues para intentar encubrir la ilegalidad, se ven obligados a incurrir en delitos cada vez mayores, y nos regalan, además, todas las evidencias para demostrar lo mal que trabajan.

En el momento en que cualquier instancia de jurídico (o cualquier servidor público, pero como todo mundo se deslinda de todo, dejémoslo en los abogad@s y/o personal del área de «jurídico») tuviere noticias o conocimiento sobre hechos de violencia de género, estaría en la obligación y el deber de asumir responsabilidad total, para que tal situación sea investigada y valorada en las instancias y por las personas competentes. Pues, en caso de ser verdad un acto o hechos de esta naturaleza, a quien más estarían violentando en todo sentido, sería a la compañera, ell@s, como autoridades. Es decir, ni me estarían «amedrentando» ni «perdonando» nada -al acusarme falsamente- a «mí»; sino siendo mis cómplices de eso que según me acusan, y agudizando más la violencia de género institucional que se supone deberían vigilar y ayudar a erradicar.

Cada cosa y cada manera que han usado y están usando las personas para evitar sus responsabiliodades, encubrir, y solapar sus faltas: no hace nada sino evidenciarles más, y profundizar aún más la negligencia que significa no atender, genuinamente y con responsabilidad, ningún problema.

Deontología, valores, profesión

  • ¿Cómo la aplicación de un código de ética profesional te permitirá lograr tus objetivos como profesionista y los objetivos de la organización donde labores?

Para contestar a esta pregunta, es necesario plantear la aclaración de diversas nociones.

En primera instancia, debemos señalar, aunque sea obvio, que las palabras «profesional» y «profesionista» viene de «profesar».

Comparto una definición:

El término puede emplearse para nombrar al ejercicio de una cierta actividad o de un oficio o a la enseñanza de algo. La acción de profesar también consiste en creer en algo, en experimentar interés o cariño por ciertas cuestiones y en inclinarse voluntariamente hacia una idea o un valor.http://definicion.de/profesar/

Es decir, el término profesar señala que nos identificamos con una «visión», que la difundimos y la ejemplificamos a través de nuestros actos, y por tanto, de nuestras «labores». Indica una elección por parte nuestra respecto de nuestra forma de «estar en el mundo», y simultáneamente la asunción de nuestro lugar o nuestro papel dentro de ese todo.

Gran parte de este «estar en el mundo» por parte nuestra, implica la resolución de nuestras necesidades, desde las más básicas hasta las más complejas, y por ende, la necesidad de establecer con las demás personas un vínculo determinado para el apoyo mutuo en la consecución de fines comunes y particulares.

Asimismo, las empresas son organizaciones cuyo objetivo es la provisión de satisfacción a alguna de las necesidades humanas presentes en la sociedad, y para el constante suministro de estos productos o servicios, las organizaciones a su vez requieren recursos para su propia manutención. Uno de estos recursos es el recurso humano, preparado de acuerdo a ciertas características específicas que provean los elementos necesarios para el buen resultado en cuanto a los objetivos de la organización.

Desde la noción de «justicia distributiva» distinguida por Tomás de Aquino, podemos señalar también que dentro de la una organización, cada persona tiene distintas obligaciones y/o responsabilidades según sus capacidades, aptitudes, y en general, de sus características. Según el nivel de responsabilidad o dificultad de las labores designadas, es como se debe determinar la retribución otorgada, proveniente del beneficio total adquirido por la empresa u organización, el cual es a su vez la retribución obtenida por los bienes ofrecidos los cuales producen satisfacción social para alguna de sus necesidades.

Así como nuestro «estar en el mundo» implica que nos identifiquemos con una «visión», ideas, elecciones, y la asunción del lugar que ocupamos, asimismo, la participación dentro de una sociedad y/o de una organización implica que nos identifiquemos con cierta visión, misión, cultura (social o corporativa), que asumamos las responsabilidades y labores que ello implique, y que aceptemos y busquemos la justa retribución que nos corresponda por el bien que hacemos o la satisfacción que otorgamos a los demás miembros de la sociedad, ya sea de forma independiente o como parte de una organización. 

De esta manera, vemos que el desarrollar la capacidad de satisfacer las necesidades de otras personas, como miembros de un grupo social, a su vez nos conlleva un beneficio personal proporcional, mediante el cual satisfacemos nosotros mismos el conjunto de nuestras necesidades, como comentamos, desde las más básicas hasta las más complejas.

Desde mi punto de vista, las cosas se complican cuando nosotros mismos dejamos de ser conscientes de nuestras propias necesidades, y damos más importancia a unas sobre otras de forma desequilibrada, ocasionándonos con ello algún tipo de daño. Y si alguna de nuestras necesidades no es satisfecha correctamente, en la misma medida nos volvemos incompetentes, y/o limitamos nuestra capacidad para satisfacer las necesidades de nuestros congéneres. Entiendo que el menor o mayor beneficio obtenido como retribución, es correlativo con la satisfacción de nuestras necesidades desde las más básicas hasta las más complejas. El poder satisfacer la más compleja de nuestras necesidades es la mayor retribución por tanto. Por lo cual también estoy sugiriendo la inminente necesidad de pensarnos a nosotros, a nuestro entorno social y a nuestro ámbito laboral más allá de lo económico, así como al carácter nuestra propia satisfacción.

De la misma forma, si la organización no es consciente de las necesidades que se propone satisfacer, o bien, si no somos conscientes de la necesidad que como recursos (humanos) debemos satisfacer dentro de la organización, la organización, o bien nosotros mismos, estamos limitando nuestras capacidades de satisfacción de necesidades, tanto hacia la sociedad como al interior de sí mismos, en la medida en que dejamos de percibir la retribución deseada.

Así es que, si dejamos de profesar, o si profesamos incorrectamente, es decir, si enseñamos y asumimos incorrectamente nuestro papel dentro del todo, afectamos al todo incluyendo a nosotros mismos, exactamente de la forma opuesta en que buscamos beneficiarnos.

En otra parte, también habíamos mencionado que la Ética es la elección consciente de lo que nosotros queremos ser como seres humanos, y que esta elección individual debe ser RESPONSABLE en cuanto que con nuestras acciones y elecciones, incidimos en el mundo en que vivimos, y al mismo tiempo, exhibimos ante los demás una concepción determinada de lo que significa Ser Humano. Por tanto, también podemos decir que la conducta Ética implica una congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos. A esto también se le puede entender como Integridad. Y de igual forma que si pierdo un brazo, un ojo, una pierna, etc., mi integridad física se ve mermada y mis capacidades reducidas, lo cual reconocemos evidentemente como un daño; igualmente, si lo que pensamos, decimos y hacemos no se corresponde, esto significa un daño para nosotros (un daño moral); y dado que nuestro pensamiento, nuestra «profesión» (lo que decimos, creemos, divulgamos, enseñamos), y nuestros actos son aquello que primordialmente nos vincula con los demás; así, en la misma medida en que para satisfacer nuestras necesidades requerimos a cambio satisfacer algunas necesidades de otras personas; al contrario, en la misma medida que perdemos capacidad para satisfacer necesidades, no solo perdemos capacidad retributiva sino que incluso, somos susceptibles de causar daño; y si este daño causado se entiende que fue el efecto consciente causado por una consciente mala decisión, en la misma medida se merece un castigo en lugar de una retribución, o bien, la justa disminución de la misma.

Es decir, la falta de integridad ética no solo nos daña moralmente a nosotros, sino que puede implicar un daño moral para nuestros prójimos; y si este daño moral es causado conscientemente, también podría implicar una falta de justicia ya sea conmutativa, distributiva o social, la cual tendría que ser sancionada según corresponda en términos legales, mediante sanciones laborales o la censura social.

Así pues, la aplicación de un código de ética profesional tendría que ser una guía que nos permita no perder de vista los elementos necesarios para el buen desarrollo de nuestras actividades laborales en beneficio del bien común y el propio.

Referencias:

  1. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). (s.f.). Código de ética de la Universidad Nacional Autónoma de México. Disponible aquí.
  2. American Psychological Association (APA). (2017). Ethical principles of psychologists and code of conduct (Versión 2). Disponible aquí.
  3. Secretaría de Salud de México. (2001). Código de ética para las enfermeras y enfermeros en México. Disponible aquí.

Inicio oficial denuncias SEPH y gobierno del estado de Hidalgo

Inicio de relatoría oficial para el proceso de denuncias por

  1. Hostigamiento laboral por parte de la exsubsecretaria de educación básica (excoordinadora de educación básica) de la secretaría de educación pública de Hidalgo, MYRLÉN SALAS DORANTES y compañeros colaboradores (cómplices) de quienes se sirvió para tal efecto, así como demás personas, faltas y delitos que resulten.
  2. Negligencias /delitos administrativos por parte de las “autoridades educativas” Myrlén Salas Dorantes, Daniel Fragoso Torres, y Natividad Castrejón Valdez, así como de compañeros colaboradores (cómplices) de quienes se sirvieron (sobre todo del área de jurídico y dirección general de innovación y calidad, de la secretaría de educación pública del estado de Hidalgo) para tal efecto, así como demás personas, faltas y delitos que resulten.
  3. Negligencias /delitos administrativos por parte del ciudadano Julio Menchaca Salazar, quien funge como gobernador constitucional del estado de Hidalgo y quien, teniendo conocimiento de la situaciones anteriormente mencionadas, ha hecho total caso omiso de ellas. Por escrito le hice de conocimiento lo anterior, solicitando su intervención, así como solicitando audiencia para exponerle en persona todos los detalles y aclaraciones que me pudieran ser requeridos: sin obtener respuesta de su parte. Esto constituye no solamente una negligencia por sí misma, sino un tácito reconocimiento, elemento de prueba, y respaldo hacia las irregularidades mencionadas como primero y segundo puntos.

Como estudioso y ejecutante autodidacta de la filosofía he procurado reunir el conocimiento de múltiples áreas y modalidades del quehacer humano, para poder tener un conocimiento de la realidad lo más amplio, claro, integral y fidedigno posible.

Desde todos mis roles, así como toda otra trayectoria laboral, artística, y social, he procurado su mejor desempeño, haciendo acopio del mayor aprendizaje posible y, al mismo tiempo, he procurado poner el conocimiento y práctica de la filosofía al servicio de cada uno de los aspectos más diversos de mi vida. Sobre el estudio y análisis de mis defectos, errores y deficiencias; también he procurado aprendizaje y servicio.

En lo concerniente al último cuarto de ésta [vida], ha sido en la secretaría de Educación Pública del estado de Hidalgo donde he procurado ofrecer mis mejores y mayores servicios, e incluso me gradué como licenciado en educación secundaria gracias a una de sus escuelas. Irónicamente, desde el inicio, han sido tanto superiores, como maestros, y compañeros (tanto de estudio como de trabajo), el mayor obstáculo para mis mejores y más irreprochables objetivos.

Habiendo tenido como empleo anterior a mi ingreso en la Secretaría de Educación Pública,  el de subgerente de operaciones de una tienda Bodega Aurrera en el estado de Michoacán, para Walmart México y Centroamérica; y anterior a ello, el de jefe de recursos humanos de una de sus unidades, me parecía que había reunido un conocimiento bastante claro y amplio de la educación (a través de las capacitaciones laborales que tomé, transmití y ejercí a través de 5 años de labores en ascenso creciente dentro de Walmart) en lo que se entiende como el modelo neoliberal.

Más allá de estar de acuerdo o no con tal modelo, dado que contaba con una historia de éxito práctico en ella, por la empresa mencionada, tenía la expectativa de hacer un servicio en la educación pública sobre sus  aspectos más positivos y necesarios que debían aprenderse para poder egresarse de las escuelas con las competencias necesarias, desde estos niveles de educación básica, para tener el mayor éxito posible en los entornos laborales modernos y globalizados que enfrentamos.

Al mismo tiempo que comencé a laborar en el servicio público como intendente, comencé a estudiar la licenciatura en educación en la ENSUPEH.  Suscitado un conflicto laboral en la secundaria general número 7 turno vespertino, el cual fue mi primer centro de trabajo, el área de oficinas centrales de la Secretaría de Educación pública de Hidalgo decide apoyarme para la continuación de mis estudios, adscribiéndome a uno de sus centros de trabajo, para apartarme de (aunque dejando “sin resolver” en estricto sentido, como debió ser) mis primeros obstáculos injustificados.

Agradeciendo este apoyo y porque siempre ha sido mi propósito actuar de esta manera, como ya lo expliqué, y aunque no me fuera exigido, siempre procuré ofrecer mis mayores y mejores servicios en mi entonces asignado como centro de trabajo, la subsecretaría de educación pública del estado de Hidalgo. Como constancia de este esfuerzo se me llegaron a asignar las comisiones como “enlace” de mi oficina para la “academia de inglés de la SEPH”, “enlace” de archivo, y también resulté seleccionado como consejero honorífico del Protocolo Cero en su primera generación.

Como integrante de la Academia de Inglés, llegué a participar en sus congresos estatales,  siendo, además de organizador, como todos los integrantes de esta Academia, dando una conferencia en inglés en uno de ellos, y participando en un conversatorio en inglés en otro.

Como enlace de archivo me encontré con algunas dificultades, superando todas las que estaban en mis manos superar. Y es que, según está estipulado por ley, las personas que sean asignadas como enlaces de archivo, preferentemente deben contar con la licenciatura en Archivonomía, o alguna afín. Por la escasez de dichas carreras, me parecía razonable que se asignaran a los compañeros que se tenían a la mano, y se nos capacitara o nos capacitáramos para el desempeño de esta actividad.

Como siempre he sido, por naturaleza, autodidacta, no me fue de gran dificultad estudiar y aprender todo lo concerniente a la materia y actividad del archivo. Sin embargo, a medida que más aprendía, más me era evidente que para poder realizarse esta actividad con verdadera calidad, eficiencia, y utilidad para nuestra institución, era necesario reformar aspectos incluso estructurales sobre el organigrama de la secretaría, así como muchos otros de los aspectos en la dinámica de la operatividad de la actividad de archivo en nuestras oficinas.

Si bien todo lo que se me hubiera podido exigir como encargado de archivo de mi oficina estaba perfectamente cumplido, incluso no teníamos ninguna observación relevante cuando teníamos visitas de auditoría por parte de la subdirección de archivo; sin embargo,  como es natural considerar de importancia hacer las pertinentes observaciones a cuya conclusión estaba llegando, a las autoridades, tal es lo que procedí a intentar hacer desde la administración anterior, sobre todo tras el periodo de pandemia y suspensión de labores presenciales por COVID, que fue cuando mayor tiempo tuve para estudiar el tema y definir mis observaciones a realizar.

La maestra Francisca Ramírez Analco era entonces mi superior, y fue una de mis mejores jefas o jefes, más allá del servicio público, de toda mi trayectoria laboral, y una de mis mejores y mayores maestras de vida. Dentro de lo poco que pude hacerle de conocimiento, me mostró su mayor respeto, atención y respaldo. Fue por instrucción de ella que tuve entrevista con la entonces titular de la Dirección General de Innovación y Calidad, S. A. R. Romero, para permitirme exponer algunas de mis observaciones y obtener alguna respuesta sobre ellas, de quien fungía como la principal encargada y especialista sobre el tema.

De su respuesta, de la cual guardo constancia, no quedé satisfecho en realidad. Sin embargo, decidí que era mejor analizarla y meditarla lo mejor posible para evitar el riesgo de malinterpretarla. Por esta razón y debido también a que la administración estaba llegando a su fin, ya no hice más comentarios sobre ese tema a la maestra Ramírez Analco.

Como consejero honorífico del protocolo cero, programa iniciado en la administración anterior y continuado en esta, encargado de facilitar la atención y combatir la impunidad contra el acoso y/o hostigamiento sexual y/o laboral dentro del servicio público, recibí todas las capacitaciones al respecto, y en general, cumplí y he cumplido con todo lo requerido en esta comisión. Tomé, además, la iniciativa personal de divulgar información en redes sociales, así como dar pláticas y conferencias, para hacer de conocimiento público esta herramienta.

El mayor logro y servicio en este terreno y encargo es que, sin ser entonces todavía ni siquiera estudiante en Derecho, pude lograr que una denuncia por hostigamiento laboral en contra de una maestra, que había estado siendo evadida y atendida como simple conflicto laboral, fuese determinada e ingresada oficialmente como una denuncia por hostigamiento laboral a investigar. Si esta denuncia se congeló en contraloría y fue voluntariamente abandonada por la presunta víctima (pues, se lo dije, si ella lo hubiera decidido, yo le habría apoyado y ayudado para escalar mayores  y más altas instancias, hasta lograr que su caso se atendiera como debía de ser), fueron factores que no estuvieron en mis manos.

De todo lo relatado anteriormente y a continuación, existen evidencias oficiales y no oficiales, que serán presentadas en su momento y lugar necesarios para el proceso de denuncias formales,  y no omito agregar que todo lo mencionado es del conocimiento de las personas con las cuales he interactuado como compañero de labores en la Secretaría de Educación Pública del Estado de Hidalgo, ya sea por las relaciones e implicaciones que en ello han tenido, o porque lo he divulgado. Así también, he procurado que sean del conocimiento público, realizando la mayor cantidad posible de denuncias públicas en redes sociales, siempre contando con fundamento, certeza y veracidad sobre lo que digo.

En lo que se refiere a este documento, considérese como el primero a ingresar en mis denuncias formales, y me reservaré el derecho a publicarlo también en mis redes sociales, como una estrategia o herramienta para evitar que las situaciones señaladas sean juzgadas desde la parcialidad y el encubrimiento, como suele suceder. Incluso cuando no sea el hecho de que este documento sea presentado oficialmente, en las instancias y lugares debidos,  con fecha 02/06/2025, habré de solicitar que así sea considerado en virtud de que al menos en una primera parte y primera versión lo estaré publicando en redes sociales con esta fecha, procurando así sea también del conocimiento de las autoridades correspondientes, en especial como una medida de protección para mí mismo, medidas de protección las cuales deberían de proporcionar las autoridades para denunciantes como un servidor, pero las cuales puedo decir con absoluta certeza y evidencia que no están en disposición de otorgar. Razón por la cual me veo obligado a anticiparlas  y prestablecerlas.

Como argumento favorable para que sea oficialmente concedida la solicitud anterior, agrego que estoy procediendo de acuerdo a plazos legalmente estratégicos y, si bien por la dificultad, laboriosidad y complejidad de los asuntos tratados, puedo tener alguna deficiencia, siendo que para lo presente estoy trabajando completamente solo, con mínimos recursos y enfrentando los mayores obstáculos; no obstante, la ley establece que se debe procurar una interpretación “pro persona” para los casos de atención a presuntas víctimas de delitos como violencia laboral, violencia de género, y en los que se atente contra cuales quiera de nuestros derechos humanos: y son justamente estos los puntos más sensibles en cuanto a las denuncias que estoy realizando.

Como argumento adicional, agrego que todos los puntos parciales, ahora integrados en la presente denuncia formal, han sido ya previamente divulgados en redes sociales, de manera pública. He procurado y buscado constatar que de ello estén enterados mis compañeros y compañeras  de la Secretaría de Educación Pública del estado de Hidalgo, así como de que sean de mínimo conocimiento público, cuando menos. Sin embargo, es hasta estos momentos cuando he podido y he juzgado conveniente, dedicarme de lleno a la integración, fundamentación, elaboración formal, y reunión de pruebas necesarias  para su más sólida presentación. Razón por la que puedo tardar algunos días más, posteriores a la fecha ideal de su presentación completa, ya establecida en este documento como 02/06/2025.

Somos muy conscientes de que, puesto que la presunta culpabilidad de las personas denunciadas no puede ser oficialmente determinada, sino hasta que posterior a la denuncia presentada, se sigua un proceso de investigación y sustanciación del caso o los casos, la realización de denuncias públicas, en algún grado, puede afectar la confidencialidad que los denunciados pudieran reclamar como derecho, al menos hasta antes de emitirse alguna sentencia.

Pudiera llegar a darse el caso de que al darse estas reclamaciones, se quiera con ello argumentar la nulidad de una posible sentencia determinada en su contra, y con ello, aun habiendo declaraciones y pruebas irrefutables, se pretenda preservar su impunidad, apelando a este artilugio legal. Sin embargo, reiteramos, consideramos imprescindible anticipar que nuestras denuncias pudieran ser desatendidas y desestimadas; y, agregamos, contamos con evidencias, algunas ya publicadas y otras aún por integrar a esta denuncia y por publicar, de que si no hubiese sido por este argumento, al menos en las primeras instancias, se estaría esgrimiendo cualquier otro  o incluso ninguno, para ser nosotros desoídos, y para que las autoridades denunciadas puedan quedar impunes.

Además, por tratarse de faltas cuya afectación a mi persona individual es el menor de los daños, porque las personas señaladas y sus encargos son responsabilidades cuyo mal desempeño afecta a toda la población en detrimento de la calidad en la educación formal que reciben en nuestras escuelas, y en detrimento  de la posibilidad en cuanto al conocimiento y ejercicio de los derechos humanos que como ciudadanos tenemos todos los habitantes del estado de Hidalgo y, por eso mismo y, ante todo, porque son personas públicas y servidores públicos quienes cometen las infracciones; por todo ello me parece imprescindible explicitar que la interpretación pro persona exigida para mis acciones y denuncias no se limita solamente a mi persona, sino que, además debe entenderse como una interpretación pro persona en favor de todas las personas que reciben o han recibido educación pública y/o que son habitantes de nuestro Estado.

Razones por las cuales alguna reclamación de confidencialidad por parte de los denunciados, en ningún caso podría ni debería ser antepuesta ni usada como obstáculo para que se realice la investigación imparcial, y la sustanciación que defienda los derechos primordiales de los niños, niñas y adolescentes, así como de los ciudadanos en general.

Continúa(rá)…


Se estarán publicando (y han sido publicados) anexos, temas y pruebas relacionados a estas denuncias en mi sitio

https://secretariadefilosofiaenhidalgo.com.mx

Sobre la continuación y ampliación de este primer documento, se estarán realizando y haciendo visibles sus actualizaciones desde la misma liga:

https://secretariadefilosofiaenhidalgo.com.mx/2025/06/03/inicio-de-relatoria-oficial-para-el-proceso-de-denuncias/

Publicaciones e información relacionadas:

Cursos de capacitación o “pláticas de acondicionamiento”

En el ámbito del desarrollo personal y profesional, la transmisión de información y la modelación de conductas se presentan bajo diversas etiquetas. Desde los talleres y cursos de capacitación, que prometen un crecimiento en habilidades y conocimientos, hasta las denominadas «pláticas de acondicionamiento», el espectro es amplio. Sin embargo, es crucial analizar la intencionalidad y la metodología subyacente para distinguir entre procesos que genuinamente buscan la adquisición, uso y transmisión de conocimientos, y aquellos que se inclinan peligrosamente hacia el adoctrinamiento. Este ensayo se propone desentrañar estas diferencias, apoyándose en fuentes académicas para iluminar la sutil pero fundamental distinción entre formar mentes críticas y simplemente conformar comportamientos.

Los talleres y cursos de capacitación, en su concepción ideal, se fundamentan en principios pedagógicos y andragógicos que promueven el aprendizaje activo y significativo. Como señala Knowles (1984), la andragogía reconoce que los adultos aprenden mejor cuando comprenden la relevancia de lo que están aprendiendo para su vida y trabajo, participan activamente en el proceso y pueden aplicar inmediatamente los nuevos conocimientos y habilidades. En este sentido, un taller o curso de capacitación efectivo se caracteriza por:

  • Objetivos Claros y Medibles: Se centran en el desarrollo de competencias específicas, conocimientos técnicos o habilidades blandas que el participante puede identificar y evaluar.
  • Metodología Participativa: Fomentan la interacción, el debate, la resolución de problemas y la aplicación práctica a través de estudios de caso, simulaciones o ejercicios. Como indica Díaz Barriga (2002), las estrategias de enseñanza-aprendizaje deben ser coherentes con los propósitos educativos y promover la construcción del conocimiento.
  • Pensamiento Crítico: Aunque se presenten modelos o teorías, se espera que el participante los analice, los cuestione y los adapte a su propio contexto, en lugar de aceptarlos como verdades absolutas.
  • Transferencia del Aprendizaje: El fin último es que el conocimiento y las habilidades adquiridas se utilicen y se transmitan en el entorno laboral o personal del participante, generando un impacto tangible.

Por otro lado, las «pláticas de acondicionamiento» y, en un extremo más preocupante, el adoctrinamiento, operan bajo una lógica distinta. Si bien pueden presentarse bajo una apariencia formativa, su núcleo reside en la inculcación de creencias, actitudes o comportamientos específicos, a menudo sin espacio para la reflexión crítica o la disidencia. Zaller (1992), en su estudio sobre la opinión pública, aunque no se centra directamente en la capacitación, ofrece un marco para entender cómo la información, especialmente cuando es unilateral y repetitiva, puede moldear las creencias.

El adoctrinamiento, según definiciones académicas (Snook, 1972), implica enseñar a alguien a aceptar un conjunto de creencias de manera acrítica. Las características que lo distinguen de la educación genuina incluyen:

  • Intencionalidad de Inculcar: El objetivo principal no es desarrollar la comprensión o la habilidad, sino asegurar la adhesión a una doctrina, ideología o conjunto de normas preestablecidas.
  • Metodología Unidireccional y Persuasiva: A menudo se basa en la exposición repetitiva de ideas, el uso de lenguaje emocionalmente cargado, la simplificación excesiva de problemas complejos y la presentación de información de manera sesgada o incompleta. Se limita o desincentiva el cuestionamiento.
  • Supresión del Pensamiento Crítico: No se fomenta el análisis independiente ni la consideración de perspectivas alternativas. La duda se percibe como una resistencia a ser superada, no como un motor de aprendizaje.
  • Foco en la Conformidad: Se busca la uniformidad en el pensamiento y la conducta, en lugar de la autonomía intelectual y la diversidad de enfoaces.

Las «pláticas de acondicionamiento» pueden considerarse un escalón intermedio o una forma más sutil de adoctrinamiento. Si bien pueden no presentar una ideología completa, sí buscan moldear respuestas o actitudes específicas ante determinadas situaciones, a menudo apelando a la motivación extrínseca o al temor, más que a la comprensión profunda. Por ejemplo, una charla que insiste en la «actitud positiva» de forma dogmática, sin analizar las causas subyacentes de los problemas o permitir la expresión de preocupaciones legítimas, podría deslizarse hacia el acondicionamiento. Se busca una respuesta programada más que una adaptación reflexiva.

La diferencia crucial radica, entonces, en el respeto a la autonomía del individuo. Mientras que la capacitación genuina empodera al individuo al proporcionarle herramientas intelectuales y prácticas para que tome sus propias decisiones y resuelva problemas de manera creativa, el adoctrinamiento busca subsumir la individualidad en una colectividad acrítica o en un patrón de conducta predefinido. La primera promueve la adquisición, el uso reflexivo y la transmisión enriquecida del conocimiento; la segunda, la recepción pasiva y la reproducción de dogmas.

Es imperativo que tanto las organizaciones como los individuos desarrollen un discernimiento agudo para identificar estas diferencias. La inversión en capital humano a través de la capacitación es fundamental para el progreso, pero esta debe realizarse con una ética que priorice el desarrollo integral y la capacidad crítica de las personas. Confundir la formación con el simple acondicionamiento o, peor aún, con el adoctrinamiento, no solo es contraproducente a largo plazo, sino que socava la esencia misma del aprendizaje y la libertad intelectual. La verdadera transformación surge del conocimiento comprendido y libremente aplicado, no de la conformidad impuesta.

Referencias

  • Díaz Barriga, F. (2002). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo: Una interpretación constructivista. McGraw-Hill.
  • Knowles, M. S. (1984). Andragogy in Action: Applying Modern Principles of Adult Learning. Jossey-Bass.
  • Snook, I. A. (Ed.). (1972). Concepts of Indoctrination: Philosophical Essays. Routledge & Kegan Paul.
  • Zaller, J. R. (1992). The Nature and Origins of Mass Opinion. Cambridge University Press.

Diario proceso denuncias formales. SEPH –Viernes, 31/05/2025.

Alrededor de estos días y comienzos del mes de junio se estarían cumpliendo, aproximadamente, 3 años en cuanto a los hechos más concretos suscitados, los cuales dan origen a la necesidad de presentar denuncias formales en cuanto a hostigamiento laboral por parte de las autoridades educativas mencionadas a continuación, así como negligencias y omisiones respecto de sus funciones, todo lo cual constituyen presuntos delitos administrativos.

Comenzando con mi entonces superior, la (ex)subsecretaria de Educación Básica, Myrlén Salas Dorantes, tanto la situación de hostigamiento laboral (si bien, después de ella, de manera disimulada; lo cual se conoce como “violencia pasiva”), como la inacción y evasión de responsabilidades y funciones de autoridades educativas fueron replicadas, continuadas y extendidas por los ciudadanos funcionarios Daniel Fragoso Torres y Natividad Castrejón Valdés, Subsecretario de Educación Medio Superior y Superior, así como Secretario de Educación Pública del Estado de Hidalgo; no sobrando mencionar: secretario que fue asignado y nombrado fuera de toda preceptiva ética y legal.

En virtud de las disposiciones legales, se entiende que una falta de esta naturaleza, de hostigamiento y/o acoso sexual y/o laboral, cuenta con un plazo de hasta 3 años para poder ser denunciada y atendida. Por otra parte, los hechos, actos y omisiones que constituyen delitos administrativos, no sólo se han agravado y acentuado, sino extendido y multiplicado, con lo cual se puede sustentar, evidenciar y argumentar la plena flagrancia de esta acusación contra las autoridades mencionadas, como actos realizados de manera totalmente intencional y perjuiciosa, constante, continuada e impune durante toda su administración, teniendo para ello, además, el absoluto respaldo del gobernador, ciudadano Julio Menchaca Salazar, quien con ello, así, se adjudica el cohecho delictivo cometido en la Secretaría de Educación Pública, y se posiciona como autor y actor principal de la corrupción perpetuada ―desde el ejecutivo― hacia todos los niveles, aspectos y sectores del Gobierno del Estado de Hidalgo en general. Habremos de declarar, en este orden de ideas, en apego a la veracidad que todo proceso legal ha menester, que estratégica y deliberadamente se ha hecho uso del mayor tiempo legal permitido para llevar a cabo el proceso.

Dada la naturaleza compleja y sistémica en cuanto al contenido de las denuncias a realizar, así como de nuestras previsiones justificadas sobre que nuestras denuncias llegasen a ser desestimadas, desatendidas e ignoradas por las instancias y autoridades correspondientes para tal efecto, en corrupción concertada con Gobierno del Estado, es por ello que durante el tiempo transcurrido se han recabado mayores registros de hechos y evidencias que den cuenta clara y contundente sobre las materias denunciadas.

Además, gracias a la posibilidad de analizar y estudiar la manera sistemática (ante el problema sistemático) para presentar nuestras denuncias, contamos con la perspectiva para evitar que nuestras pruebas presentadas sean desechadas a la ligera, o con argumentos insuficientes; situación desafortunada que ocurre y se repite en un sinnúmero de casos como el presente. Es decir, además de simplemente presentar pruebas y relatoría de los hechos que son motivo de las denuncias, también presentaremos análisis detallados fundamentados legalmente, así como desde distintas disciplinas científicas.

Con ello buscamos que nuestra denuncia sea lo más sólida posible, con calidad análoga a la de un peritaje, haciendo necesario que el tratamiento y resolución de la misma se atenga a los estándares más rigurosos y objetivos; dificultando así que, para juzgar nuestro caso presentado, exista posibilidad de resolución errónea o manipulada por la misma corrupción denunciada.

(continuará… proceso y denuncias en marcha; ver el siguiente artículo “¿Qué es periodismo de investigación?”)

Entradas relacionadas al tema presente:

mitos y falsedades mexicanas

¿A qué edad te enteraste de que “Malinche” era un apodo para referirse a Hernán Cortés, y no a aquella mujer de origen prehispánico recordada por ser buena aprendiz de lenguas, y que hizo las funciones de intérprete entre españoles e indígenas?

Sí, la mujer que traducía entre castellano y lenguas ab-orígenes, fue nombrada (por los españoles) y conocida en general, mayormente, como “Doña Marina”. No: «Malinche».

“Malinche” era como los grupos autóctonos identificaron y nombraban a “Hernán Cortés”; pues por la misma razón que los españoles prefirieron poner nombres españoles a sus nuevos súbditos (no entendían el significado ni la “pronunciación de las palabras o nombres en lenguas nuevas, desconocidas), los indígenas no llamaban a Hernán Cortés así, por su nombre “original”, sino que le asignaron una palabra en su propio idioma.

Debe tomarse en cuenta, también, que “Malinche” es una manera de interpretar “castellanizadamente” el sonido diferente de la lengua prehispánica hacia el modo de escuchar y escribir castellano por lo que, tal cual, “Malinche”, tampoco sería la palabra exacta que debió haberse usado en la lengua fuente. Todo lo cual es parte de fenómenos lingüísticos “normales”, hasta este punto.

El error menos explicable, y que evidencia la pobre comprensión lectora que tenemos sobre nuestras fuentes de información, así como nuestro bajo nivel educativo nacional general, incluyendo todo lo referente a nuestra identidad, cultura e historia, es que: encima del error que constituye la confusión de personajes históricos, identidades, nombres y/o sus roles; seamos capaces de acumular aún más errores y producir aún mayor ignorancia de la que ya padecemos.

Resulta que le decimos “malinchista” a una persona, por ejemplo, cuando intentamos “acusarla” de, o queremos denotar, una especie de traición proveniente de tal persona, pensando que nos referimos alusivamente a la traductora e intérprete “Doña Marina”, como bajo la interpretación de que su labor significó una alianza con el enemigo, en perjuicio de las etnias originarias como si todas ellas desde entonces hubiesen sido unívocas y unánimes raíce de la «sólida» identidad mexicana moderna.

Me pregunto entonces: ¿Será esto signo, señal o síntoma de por qué o cómo es que los mexicanos repudiamos a aquella gente que demuestra conocimientos y capacidades de aprendizaje mayores a los nuestros? ¿Será esto un indicio de por qué cultivamos, fomentamos, incentivamos, y hasta exigimos que nuestros amigos, familiares, subalternos y/o colaboradores sean los más ignorantes y serviles posibles?

Una persona capaz y con conocimiento de las cosas, parece que necesariamente sería una persona traidora. Una persona ignorante y sumisa, ¿es aquella a quien consideramos mejor para relacionarnos, hacer vínculos, y en quienes más podemos confiar?

Ahora bien, esta clase de percepción, que podemos rastrear históricamente para observar con cuánto cuidado, pasión, constancia, y rigor ha sido mantenida y cultivada, por tantos siglos, ¿qué ventaja, beneficio o rasgo particular irrenunciable y característico de nuestra identidad gloriosa identidad nos aporta?

¿Será que de verdad esto de nombrar y considerar malinchista a alguien, desde un tono peyorativo, lo tomamos, lo aprendimos y lo conservamos como para honrar y definir nuestra identidad unívoca indígena AUTÉNTICA, y al mismo tiempo censurar a las personas traidoras originarias de un grupo que se conoce con otros, aprende su cultura nueva, a interactuar con ella, y que así traiciona a su colectivo e identidad propias?

¿O será que eso lo aprendimos de los españoles, que hasta la fecha inculcan y mantienen la clase de cristianismo más incoherente y retrógrado del mundo entero, y gracias al cual también son el país y la identidad europea menos desarrollada?

Quizá no tengo respuesta definitiva ni suficiente a las últimas preguntas planteadas. Pero, volviendo al inicio de esta pequeña disertación: si no sabes cómo, en qué fuente o fuentes de información, puedes verificar a quién y por qué se puso el nombre o apodo de “Malinche”, y desea resolver esta deficiencia, yo puedo ayudarte.

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¿Qué es periodismo de investigación?

Breve aproximación

El **periodismo de investigación** es una práctica periodística especializada dedicada a descubrir, analizar y exponer hechos y situaciones que, de otra manera, permanecerían ocultos ante la opinión pública. Esta modalidad se distingue de otros géneros informativos porque no se limita a reportar eventos inmediatos, sino que se enfoca en el análisis profundo y en la verificación rigurosa de la información a través de métodos sistemáticos. Los periodistas investigadores utilizan técnicas similares a las de la investigación científica: formulan hipótesis, recaban datos de fuentes diversas (documentos oficiales, testimonios, registros y bases de datos) y contrastan la información para construir reportajes que, además de informar, impulsan la rendición de cuentas y el debate público (Universidad Estatal de Milagro [UNEMI], 2020).

En este sentido, la UNESCO define el periodismo de investigación como el proceso mediante el cual se “exponen al público asuntos que están ocultos, ya sea deliberadamente por alguien en una posición de poder o de forma accidental, tras una masa caótica de hechos” (UNESCO, n.d.). Este énfasis en desenmascarar prácticas poco transparentes o abusivas le confiere a este tipo de periodismo un rol fundamental en el fortalecimiento de la democracia, ya que contribuye a que tanto instituciones como individuos rindan cuentas por sus actos.

Además de sus implicaciones sociales y políticas, el periodismo de investigación requiere un compromiso ético y una gran inversión de tiempo y recursos. El proceso investigativo suele durar meses o incluso años, involucrando un manejo cuidadoso de la confidencialidad y la protección de las fuentes, lo que refuerza la idea de que este tipo de periodismo no solo se trata de informar, sino de contribuir a la transformación de contextos sociales, políticos y económicos (Universidad Estatal de Milagro [UNEMI], 2020; UNESCO, n.d.).


El Periodismo de Investigación y su Impacto Democrático:

Un Estudio de Caso del Escándalo Watergate

Introducción

El periodismo de investigación constituye una herramienta esencial en sociedades democráticas, pues se encarga de desvelar hechos y procesos ocultos tras las estructuras del poder. Su labor no se limita a reportar hechos inmediatos, sino que persigue, a través de métodos sistemáticos y rigurosos, el esclarecimiento de prácticas ocultas o abusivas que afectan el interés público. Un ejemplo emblemático es el caso Watergate, cuyo estudio ha permitido entender cómo la determinación y el compromiso de periodistas puede transformar el escenario político y social (Kovach & Rosenstiel, 2001; Zelizer, 2004).

Desarrollo

El Caso Watergate: Descubrimiento y Metodología

El escándalo Watergate, ocurrido en la década de 1970, es uno de los casos más estudiados en la historia del periodismo. Los reportajes elaborados por Bob Woodward y Carl Bernstein en The Washington Post se fundamentaron en la verificación meticulosa de documentos, testimonios de fuentes confidenciales y técnicas de triangulación de la información. Estos esfuerzos permitieron exponer un entramado de corrupción y abusos de poder en el gobierno de los Estados Unidos, marcando un antes y un después en la práctica informativa y en la rendición de cuentas política (Bernstein & Woodward, 1974).

La investigación se caracterizó por la persistencia de sus autores ante el riesgo y el escepticismo, demostrando la relevancia del compromiso ético y profesional en la labor periodística. Así, Watergate ofrece un modelo metodológico en el cual la combinación de habilidades analíticas, el uso de fuentes múltiples y la verificación rigurosa se erigen como pilares fundamentales para lograr un reporte veraz y de alto impacto (Schudson, 2003).

El Estudio de Caso y sus Implicaciones

Analizar el caso Watergate desde una perspectiva académica permite extraer valiosas lecciones tanto para la práctica periodística como para los estudios en ciencias de la comunicación. En primer lugar, se evidencia la importancia de la independencia editorial y la protección de las fuentes, elementos cruciales en investigaciones que desnudan relaciones corruptas entre instituciones y actores políticos. Además, el enfoque metodológico empleado—que combina investigación documental, entrevistas y análisis comparativo—paralela los métodos propios de estudios de caso en las ciencias sociales, donde la triangulación de datos y la validación cruzada son esenciales para la robustez de cualquier hipótesis (Kovach & Rosenstiel, 2001).

El impacto de la investigación Watergate fue tal que derivó en consecuencias políticas de gran alcance; la presión mediática y social derivada de la exposición de hechos irregulares impulsó el proceso de renuncia del presidente Richard Nixon, cimentando el rol del periodismo de investigación como guardián de la transparencia y la rendición de cuentas. Este acontecimiento se ha convertido en un referente académico que se estudia en programas de comunicación y periodismo, y cuyos métodos han sido replicados y adaptados en diversas investigaciones contemporáneas (Zelizer, 2004).

Relevancia Contemporánea y Paralelismos en Otros Contextos

El estudio del Watergate también encuentra paralelismos en investigaciones recientes, donde el rigor metodológico y la búsqueda de la verdad siguen siendo determinantes para informar a la ciudadanía. Estudios como el realizado por Domínguez (2012), que analiza el periodismo científico en diarios jaliscienses, resaltan la continuidad de estrategias investigativas similares para abordar temas complejos y de gran impacto social. Aunque el contexto y la temática difieren, ambos casos subrayan la importancia de un periodismo que se atreva a cuestionar el poder y se comprometa con la transparencia, ejerciendo una función crítica indispensable en la sociedad contemporánea.

Conclusión

El caso Watergate se erige como un ejemplo paradigmático de cómo el periodismo de investigación puede influir decisivamente en el rumbo político y social de un país. La entrega y el rigor metodológico de sus protagonistas han permitido no solo la exposición de prácticas corruptas, sino también el establecimiento de nuevos estándares éticos y profesionales en el ámbito informativo. En la era digital, en la que la abundancia de información y las nuevas tecnologías plantean desafíos inéditos, los aprendizajes extraídos de Watergate y estudios complementarios, como el de Domínguez (2012), resultan fundamentales para renovar y fortalecer el compromiso del periodismo con la democracia y la verdad.


Referencias

Bernstein, C., & Woodward, B. (1974). All the President’s Men. Simon & Schuster.

Domínguez, S. (2012). Periodismo científico: Caso de estudio de dos diarios del estado de Jalisco, México [PDF]. Universidad de Guadalajara. Recuperado de https://www.academia.edu/9562576/Periodismo_Cientifico_Caso_de_estudio_de_dos_diarios_del_estado_de_Jalisco_Mexico

Kovach, B., & Rosenstiel, T. (2001). The elements of journalism: What newspeople should know and the public should expect. Three Rivers Press.

Schudson, M. (2003). The sociology of news (2nd ed.). W. W. Norton & Company.

Universidad Estatal de Milagro. (2020). *¿Qué es el periodismo de investigación?* [PDF]. Recuperado de [https://sga.unemi.edu.ec/media/recursotema/Documento_2020124184617.pdf](https://sga.unemi.edu.ec/media/recursotema/Documento_2020124184617.pdf)

UNESCO. (n.d.). *Manual de periodismo investigativo* [Documento PDF]. Recuperado de [https://www.unesco.org](https://www.unesco.org)

Zelizer, B. (2004). Taking journalism seriously: News and the academy. Sage Publications.

EL ECO DE LA CEGUERA MIRANDO EL MAR DE ODISEO (écfrasis)

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Ítaca es el destino arquetípico para la idea rectora de cualquier viaje. Implica la idea de vuelta al origen como apropiación de sí mism@. Ítaca es, por la gracia de diversas acrobacias entre ideas, la conquista de la libertad.

El poeta ciego ―en su contemplación de la partida de Ulises― despliega el horizonte en el que su héroe cumple con el llamado al que lo obligan sus alianzas. El ser humano es, en el personaje de Ulises, un espacio entre el lugar donde lo ubican sus azares y el lugar imposible donde su conciencia se encuentra consigo misma. Como Tiresias, la ceguera física se transmuta en visión interior, en conocimiento profundo de las verdades esenciales.

Imagino al rapsoda ciego, para quien sus oyentes eran ficciones casi tanto como los relatos que reproducía y recreaba, pues de su auditorio sólo podía deducir la existencia por las aclamaciones y voces expresando el deseo de alimentarse con más relatos. Se sabe, o se dice, que Homero no fue el autor de la Odisea en el sentido contemporáneo del término ―como productor de realidades alternas ex nihilo o como creador de esencias nuevas a partir del artificio, desde la nada― sino que recopila y organiza un conjunto de relatos compartidos y alterados por generaciones de rapsodas previos. Homero vendría a ser entonces una especie de autor colectivo quien compilaba en su memoria un cadáver exquisito acerca de sucesos más o menos fantásticos en los que sin embargo se reflejaba una comunidad que hoy llamaríamos en conjunto y con su debida nostalgia «los antiguos griegos», un pueblo concreto que existió en la Historia, según testimonios confiables… igual que las voces, las vibraciones, el choque de cuerpos y energías invisibles (en su calidad de signos), eran certificaciones para Homero de la presencia de sus oyentes.

La transmisión de cantos entre rapsodas tendría que ser, asimismo, testimonio de un guiño de veracidad en los relatos contados, que no pudieron venir sino de alguien que estuvo presente en ellos; o los oyó como Homero, que no podía ver. En este orden de ideas es entendible que en la brevedad de nuestra vida no lleguemos a estar en la presencia de un dios, pero quizá sea posible palpar los restos de sus signos en el aire, creyendo ciegamente que tales signos podrán llevarnos a la referencia insondable.

Un día nacemos destinados al trono por la referencia de ancestros valientes que lucharon por su vida propia y de los suyos por venir, saltando de la sobrevivencia al sueño civilizatorio, librando incontables batallas para poder decir «esto soy yo y los que me aman; aniquilando lo otro amenazante, para asimilar lo aniquilado en la experiencia de comunión», al tiempo de reconocer las referencias entre una vida y otra de tal forma que la vida preserve a la vida, para estar presentes en el lapso donde se consuma nuestra carne, y nuestro cadáver palpe y escuche el murmullo de lo inmortal.

De esta manera, pienso que mientras pueda ordenar las emociones, las ciegas percepciones de los signos, pensamientos y esperanzas en un discurso continuo e incesante, el sujeto nominal de mis reflexiones gramaticales tendrá, por mi enunciación, un referente seguro. Llego a creer que mientras sueñen mis vocablos, ningún daño podrá alcanzarme. Sin embargo, la verdad es que mis luchas me han quitado todo: el tiempo, la vitalidad, el valor para soñar, las ganas de hacer cosas.

Pienso en Ulises, que nació en un halo de privilegio, de responsabilidades, su obligación de aprender a poseer, administrar sus bienes, pedir y ofrecer a dioses y hombres el derecho y el favor de preservarse; sabiendo que aún con todo eso, nada era seguro, pero al mismo tiempo, no podía rendirse, pues de existir algún bien, alguna recompensa, sólo sería lograda con esfuerzo. Y lo comprobó en su deber de ir a Troya, poniendo a prueba su coraje, claridad y paciencia, por lo que era llamado entre los suyos «prudente como Zeus». A él acudían los argivos en busca de consejo. Él era quien los exhortaba a resistir, a reunir las fuerzas necesarias para no abandonar la empresa, cuando se daba cuenta que todos sus compañeros estaban pensando en abandonar Troya después de nueve años de lucha sin conseguir su objetivo. Sólo Ulises les recordó que la misma razón por que querían rendirse, era la razón por la que debían quedarse, y preferir la muerte antes que la flaqueza.

Ulises logró lo que deseaba. Abandonó Troya con alguna compañía, pero los dioses quisieron que sus naves sucumbieran ante el mar y que, al parecer, todos murieran excepto él, naufragando así por azar hasta la isla de la ninfa Calipso, que lo acogió, agasajó hasta hacerle ver su deseo de retenerlo como amante, y Odiseo, al darse cuenta de que, frente a la voluntad de una diosa, la suya estaba cautiva. De todos sus esfuerzos, donde había logrado hacer brillar su personalidad y su valía; finalmente todo eso no lo había hecho dueño de sí mismo, como era su objetivo, sino botín para la voluntad de una diosa.

Debió al principio sentirse halagado y recompensado por conservar su vida. Como era piadoso, seguramente tampoco pudo dejar de sentir la pena de todos sus compañeros perdidos o caídos. Pero su valía, sus virtudes, su suerte, lo habían llevado bajo la protección de una deidad que lo trataba distinguidamente, con comodidades y placeres. Como si ya hubiese muerto igual que todos sus compañeros, y todo lo que le venía era recompensa. En su tierra estaría viviendo cómodamente, sin nada que le fuera necesario para disfrutar sus años de madurez; alimento, placeres, vino. Pero aun lidiando con disputas, decisiones, resolviendo querellas y asuntos tediosos de un gobernante, su reino era su reino, aquello en lo que había puesto sus fuerzas toda su vida, como si de algo divino se tratase.

Al cabo de un tiempo, Ulises debió sentir en su corazón y atravesado como un rayo en su razonamiento, que la voluntad de permanecer en la isla no era voluntad suya, sino de la diosa. Si en algo se caracterizan los dioses y se diferencian de los hombres, además de la inmortalidad, es que el imperio de la voluntad de una deidad, supera con creces la del hombre. Antes de ser acogido por Calipso, las perspectivas de Ulises habrían sido morir en la guerra con los debidos honores, o volver a su patria con sus amados Telémaco y Penélope, a seguir gobernando sus tierras. Ahora se deleitaba con promesas inaccesibles para otros hombres, debía su vida y su voluntad a la ninfa Calipso, divinidad de lo oculto, quien oculto lo tenía, casi sin ninguna referencia para quien intentara buscarlo.

Sólo sentía que, si algo había suyo de verdad, eso se desmoronaba. La visión de sí mismo como un rey y un héroe, tan osado como prudente y dueño de todas sus obras, de pronto estaba siendo socavada por la venenosa sensación de comodidad estéril. A lo lejos, el neblinoso mar se confundía con el turbio horizonte de llanos brotes dorados, la isla, con leves pinceladas de verde como si fueran hojas de laurel, coronaban el lecho de la diosa y su fornitura frugal. En unas piedras lisas junto al lecho alfombrado de hierba suave, descansaba Ulises, sentado, sorbiendo el mar desde adentro, viendo cómo desde dentro suyo se proyectaba, alrededor de la isla, un mar sin camino y sin confín.

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Referencias:

Campbell, J. (2020). El héroe de las mil caras: Psicoanálisis del mito (L. J. Hernández, Trad.). Fondo de Cultura Económica. (Obra original publicada en 1949)

Camus, A. (2018). El mito de Sísifo (E. Benítez, Trad.). Alianza Editorial. (Obra original publicada en 1942)

Homero. (2017). Odisea (C. García Gual, Trad.). Alianza Editorial.

Kavafis, K. (2015). Ítaca y otros poemas (R. Irigoyen, Trad.). Penguin Clásicos.

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Creer, Saber, Conocer: La Epistemología de Luis Villoro (Era Digital)

A continuación, te presento un resumen del libro Creer, saber, conocer de Luis Villoro (1994):

En general, es necesario partir de la calidad de nuestra creencia para poder avanzar hacia alguno de los grados epistémicos de conciencia.

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Villoro, L. (1994). Creer, saber, conocer (8ª ed.). Siglo XXI.

Creer, Saber, Conocer: La Epistemología de Luis Villoro (Era Digital)

Introducción

En su obra fundamental Creer, saber, conocer (1994), Luis Villoro desarrolla una de las contribuciones más significativas a la epistemología contemporánea, especialmente desde el pensamiento latinoamericano. A través de un análisis riguroso, el filósofo mexicano explora las diferentes maneras en que el ser humano se relaciona con la verdad y el conocimiento, estableciendo distinciones cruciales que hoy, en la era de la información, cobran especial relevancia.

El autor parte de la idea de que no existe una única forma de entender la realidad, sino tres modos fundamentales que, aunque interrelacionados, tienen características y funciones propias:

Los Tres Pilares del Conocimiento

1. Creer: El Fundamento de Nuestra Comprensión

Villoro describe el acto de creer como una disposición adquirida que determina nuestras acciones y pensamientos. La creencia representa el estrato más básico de nuestra relación con la realidad, caracterizándose por:

  • Una aceptación íntima y subjetiva
  • Raíces en la tradición y la cultura
  • Fundamentos emocionales y vivenciales
  • Conformación de la identidad personal y colectiva

Villoro describe el acto de creer como una aceptación íntima y subjetiva. Creer no requiere de pruebas empíricas rigurosas, pues se apoya en la fe, la tradición y en aspectos culturales y emocionales que configuran la identidad personal y colectiva. Este modo de comprender el mundo está íntimamente ligado a la confianza en valores heredados y en experiencias vividas, sin necesariamente someter estas creencias a un escrutinio lógico o crítico.

2. Saber: El Camino de la Razón

El saber constituye un nivel más elaborado de comprensión que se distingue por:

  • Fundamentación en el análisis racional
  • Verificación empírica y metodológica
  • Procesos de validación intersubjetiva
  • Construcción de argumentos lógicamente estructurados

Como señala Villoro (1994, p. 126): «El saber no se contenta con la seguridad subjetiva, requiere razones objetivamente suficientes».

A diferencia del creer, el saber se asienta en el fundamento del análisis racional y la verificación. Aquí, las ideas y proposiciones son contrastadas contra la realidad y se someten a procesos de interpretación crítica que permiten validar o refutar las afirmaciones. El saber implica un esfuerzo consciente por transformar las creencias en conocimientos fundamentados a través de la reflexión, el diálogo y la objetividad.

3. Conocer: La Experiencia Integrada

El conocer representa la síntesis más completa de nuestra relación con la realidad, caracterizándose por:

  • Experiencia directa con el objeto de estudio
  • Integración de aspectos objetivos y subjetivos
  • Comprensión teórica y práctica
  • Transformación personal a través del encuentro con lo conocido

En el contexto propuesto por Villoro, el término conocer va más allá de la simple acumulación de información. Conocer representa la experiencia directa y el contacto íntimo con aquello que se estudia o se vive. Es un acercamiento que integra tanto la dimensión subjetiva como la objetiva, logrando que el individuo no solo entienda teóricamente una realidad, sino que también la interiorice y la haga parte de su experiencia personal.

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Relevancia Contemporánea

A lo largo de la obra, Villoro examina cómo estos tres modos se interrelacionan y se complementan en la construcción del pensamiento humano. El autor subraya la importancia de evolucionar del mero acto de creer a un conocimiento auténtico, fundamentado en la crítica y la experiencia directa, para fomentar una sociedad más consciente y ética. Según Villoro, este proceso de transformación es esencial para contrarrestar las tendencias dogmáticas y para promover el desarrollo de un pensamiento autónomo y reflexivo que permita abordar los desafíos culturales y sociales contemporáneos.

La obra invita a reconsiderar la manera en que se establecen las verdades en la sociedad y enfatiza la necesidad de cultivar una actitud crítica que trascienda la aceptación automática de lo heredado culturalmente. En este sentido, Villoro propone una visión epistemológica en la que la transición de creer a saber y conocer es fundamental para la libertad y el desarrollo integral del individuo.

Para aquellos interesados en profundizar más en el tema, podríamos analizar cómo estos conceptos han influido en la filosofía contemporánea o discutir ejemplos actuales donde la transformación de creencias en conocimientos sólidos resulta esencial para la toma de decisiones éticas y políticas.

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La distinción propuesta por Villoro adquiere especial importancia en nuestro contexto actual, donde:

  1. Era de la Desinformación
  • La proliferación de «fake news»
  • La sobrecarga informativa
  • La necesidad de criterios de validación

2. Desafíos Epistemológicos

  • La fragmentación del conocimiento
  • La crisis de las instituciones tradicionales
  • La democratización del acceso a la información

3. Implicaciones Prácticas

  • Toma de decisiones informada
  • Construcción de ciudadanía crítica
  • Desarrollo de pensamiento autónomo

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Conexiones Filosóficas

La propuesta de Villoro se enriquece con su diálogo con:

  • La fenomenología husserliana
  • La epistemología social contemporánea
  • La tradición del pensamiento crítico latinoamericano

Como señala León Olivé (2018): «La epistemología de Villoro representa un puente crucial entre la tradición filosófica occidental y el pensamiento latinoamericano».

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Aplicaciones Prácticas

En el contexto actual, podemos aplicar estas distinciones para:

  1. Evaluar fuentes de información
  2. Desarrollar pensamiento crítico
  3. Construir conocimiento colectivo
  4. Tomar decisiones éticas y políticas fundamentadas

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Palabras Finales

El tránsito que Villoro propone desde la creencia hacia el conocimiento auténtico resulta fundamental para desarrollar una sociedad más crítica y consciente. Como él mismo sugiere, este proceso no implica descartar las creencias, sino someterlas a un análisis riguroso que permita transformarlas en conocimiento fundamentado.

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Referencias Bibliográficas

  • Villoro, L. (1994). Creer, saber, conocer (8ª ed.). Siglo XXI. pp. 15-308.
  • Hurtado, G. (2015). «El pensamiento filosófico de Luis Villoro». Revista de Filosofía, 47(2), 77-98.
  • Olivé, L. (2018). «La epistemología social de Luis Villoro». Diánoia, 63(81), 171-188.
  • Pereda, C. (2013). «La filosofía en México en el siglo XX: Un recuento». UNAM.

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¿Te interesa profundizar en algún aspecto específico de la epistemología de Villoro? ¿Cómo aplicas estas distinciones en tu vida cotidiana? Comparte tus reflexiones en los comentarios y suscríbete a nuestro blog para más análisis filosóficos contemporáneos.

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EL SENTIMIENTO ROTO DEL PRONOMBRE

Me uno en Unamuno con los signos de los siglos en gramático sacramento. El instante de su líquido pasado deja notas recurrentes en la piedra de experiencias de mi arroyo. Cuánto no se escapa a nuestras declaraciones, de menos o de más, mientras en el discurso nos convertimos en Heráclito, siempre distinto a sí mismo. El nosotros que se baña en este párrafo, será otro yo en el siguiente. Por eso culpo a todos ustedes por engañarme y hacerme perder la noción de mí. Me identifico en ustedes, con las cosas, con sus huellas, los recuerdos que me dejan, los sonidos, sensaciones, emociones, impresiones, con ellos desde el «ello» profundo hasta el desenfreno del próximo punto y seguido. Hablo con fantasmas mientras sé que los pronombres son reflejos de otro instante. Mi lengua es una tumba de capítulos cerrados entre partes de mí mismo que no se hablan. ¿Qué es lo que estamos diciendo cuando creemos decir «yo»?

En un primer momento, todas las cosas soy yo, y yo produzco el eco de las cosas, y todas las cosas nacen de mi lenguaje, y mi lengua es la hojarasca de los ecos de las cosas. Como el niño que aún no distingue entre su ser y el mundo, habito en la ilusión de la unidad primordial. Pero el tiempo, ese río inexorable, arrastra consigo la primera certeza.

Luego me siento herido cuando descubro que todo es distinto a mí, y no sé quién es nada, ni quién es nadie, ni quién soy yo. Porque en el principio, todas las cosas que eran yo, eran ellas, y juntos éramos todos lo mismo. Luego me dijiste que tú no eras una cosa. Ya no pude más a partir de ese momento, y nunca hubo otra vez nada tan amargo como eso. Las cosas no eran como tú ahora, que te negabas a ser lo mismo que yo, y gozar la comunión de latir juntos. Luego empezaron todos los demás días que jamás conté, porque eran todos absurdos, diferentes, lineales, sin sentido, como gotas dispersas de una lluvia que ya no sabe regresar al mar.

El instante es el asombro, y no se nombra. Incluso en el explícito gramema, lo que trazan nuestras manos es la nube, fugaz y cambiante como el pensamiento mismo. Cualquier cosa de que se hable es la profunda soledad, de algo que está en nosotros y que alguien no podrá ver. Pero ¿acaso no has sentido la necesidad de callar algo, sólo para que no deje de ser verdad? Es absurdo decir o escribir nada, porque en el transcurso de los cursos, todo termina bajo sentencia de negación. Como Sísifo con su piedra, cargamos palabras que nunca alcanzan la cima del significado. Casi ni deseo poner mi nombre como firma sobre esta hoja que se coman las corrientes del tiempo y del olvido.

Si el único hecho comprobable con que cuento es el romperme, ¿por qué no creer que habrá un dios imaginando que cuando mis oraciones digan «yo», «nosotros» o «tú», le estaré hablando siempre a lo mismo desconocido y lejano? La muerte verdadera es insondable, como el silencio entre las palabras que no llegamos a pronunciar. La idea de algo estar vivo, es una hipótesis lexicográfica para la interpretación de lo indeterminado. No quiero escuchar nada, leer nada, ni ver nada, que no sean dioses, o incluso uno sólo para no perder el tiempo hablando con varios fantasmas, para que no engañen a mi divinidad originaria y pura, palabras estancadas ni jergas vulgares donde se revuelquen los cerdos. En el fondo de cada pronombre hay un altar vacío, esperando la presencia de lo innombrable.

La diosa lengua me prometió engendrarme sin necesidad de decir nada, como el silencio engendra la música o la oscuridad la luz. En sus aguas primordiales fluye la verdad que ningún pronombre puede contener. Yo un día llegaré al mar, aunque esté lejos, cuando sea pronunciado por la espuma, sobre las mudas líneas de un paisaje, en un deslumbramiento detenido, tallado contra el choque de la arena, abrazado a la niebla taciturna, cuando ya no haya nada que me impida sentir a «alguien» propio, y alcance la presencia, la experiencia que nadie más pueda decir, grabada en el canto de las olas. Entonces, quizás, el pronombre roto se reconstituya en el eco infinito del oleaje, donde todo es uno y uno es todo, donde el yo y el tú se disuelven en la sal de una gramática universal y eterna.

JCM

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