Como ya me cansé de estas baraharas…
Baaladas… Sí… Baalidos de animales…
y —gracias dios— no seremos iguales,
yo haré algo de provecho con mis haras:
—porque son feministas, sí, mis haras—
de este poema que se erige ante tales
cual momento, efigie, adicionales,
de mis entusiasmadas bromas raras:
Tengo que mentar las progenitoras
de las indecibles vergüenzas dadas,
desde ahora, bien temprano, a todas horas
[—y a todas horas, porque: a todas horas
ya tienen programado que la KGn—]:
nomás es conmigo que no le atoras
y eso que son bien ricas mis nalgadas
y lo mío, quieras no quieras, devoras.
jcm
Etiqueta: DivulgaciónCientífica
Epístola de ficción
Hola… Disculpa… Espero no molestarte. Lo siento, porque quizá no debería comentar ni preguntar nada sobre el tema del que te hablaré en estas líneas. No pude evitar ver un par de tus publicaciones en redes, donde me pareció dabas a entender que terminó la relación sentimental que tenías. Es sólo que… no sé si lo interpreté bien; y si sí, no puedo creerlo. No sé si decir «lo siento», o qué, pero es triste de algún modo.
Por lo regular no me preocupa si causo malas impresiones en la mayoría de las personas, pero en tu caso es distinto. Siempre admiré tu inteligencia y perspicacia, independientemente de si teníamos o no coincidencia de opiniones. A ti no te conozco más que virtualmente, y por andar debatiendo/difiriendo sobre asuntos polémicos, pero me inspiras más respeto que otras personas cercanas.
La última vez me habías desamigado y creo que también bloqueado de tus redes. Eso me puso un poco triste, porque expresaste, según me pareció, que te había dado una imagen equivocada de mí mismo. Una que me avergoncé de ocasionarte y por ello perder tu mínima consideración.
Al mismo tiempo, también sumó al respeto y admiración que ya tenía por ti. Según yo, no estaba «ofendiendo» a tu entonces pareja, sino siendo sincero con él. Algo opiné sobre algo que publicaste y, como siempre, buscaba una respuesta, provocar mutuamente nuestro pensamiento crítico, y lo hice contigo porque creí que, dentro de discusiones aleatorias anteriores, había podido comentar que apreciaba tu forma de pensar, el hecho de que tu razonamiento fuera más coherente y sólido que el de tus amigos u otras personas en general. Lo que pensé fue: ¿Por qué este machito asume que yo intento molestar a una dama? Ya había discutido con él antes y sabe que mi bandera es la activación del pensamiento crítico y la colaboración ética entre librepensadores. Además de machista, porque creo que pudo darte la libertad de expresar por ti misma tu pensamiento o tu deseo de no hablar conmigo, me pareció deshonesto y cobarde que alguien intente achacar un defecto moral a otro, con la intención de ocultar o defender sus fallas intelectuales y éticas propios.
Si yo me dedico a pensar sobre eso y actuar en consecuencia, es porque creo que se debe trabajar social y humanamente en ese sentido, y lo que hago no es nada sino seguir el ejemplo de Sócrates. No podemos mejorar nada cuando de hecho nos negamos a admitir y ver los problemas que tenemos. Socializar análisis, vivirlos para poder profundizalos, comprenderlos y poder ser responsables de eso… es lo que busco que logremos.
Lo que detesto en general es que, si bien la familia y las amistades son refugios y apoyos necesarios, por lo regular este primer ideal se pierde en el momento que estos círculos sociales se vuelven hacia hábitos de exclusión, discriminación, fanatismo, encubrimiento y mediocridad. De esta manera, incluso las personas mejor intencionadas y más capaces en su ámbito, causamos, mantenemos y colaboramos con aquellos problemas de los que siempre nos quejamos como sociedades. Si nuestro ego está bien, si lo inmediato está bien, si contamos con aceptación de uno o varios grupos que reafirmen nuestra identidad y «valor», con eso somos felices, eso basta para no querer pensar ni saber nada más. Desde mi punto de vista, esto es un error. No somos topos para quedarnos estancados en una visión corta. Pienso que uno es un ser humano de verdad, una persona viva de verdad, sólo si no dejamos de sentir, aprender, y ampliar, tanto nuestra visión como nuestras capacidades.
Hay gente que conozco y no me importa un conflicto o malentendido con esas personas, aunque sean cercanas, si no puede haber razonamiento, respeto (precisamente) y sinceridad. Me pareces distinta porque en pocas personas se aprecian estas cualidades «ideales» como en ti.
A nuestro amigo y también con otros que defendías, y con los que me veías debatir, nunca quise insultarlos. La intención del intercambio salvaje que provocaba al poner sal en nuestras llagas, era justo por el motivo contrario. Supongo que también soy humano y me pude equivocar en todo, la idea, el método y el resultado.
Y, tu molestia hacia mí, podía que no fuera sino un argumento con el que la vida me respondía y quería enseñarme algo que no podía entender, si no sentía el arrepentimiento y el dolor de no poder comunicarme con alguien como tú. La solidaridad que siempre tuviste con tus amigos y pareja en especial, sólo confirmaba tus cualidades humanas, además de intelectuales.
Yo no soy una persona muy sociable. Casi no tengo amig@s, no convivo mucho con ell@s y pareciera que agoté oportunidades y/o deseo por construir una relación donde pudiera sentirme valorado, querido, apoyado; como un ser humano y no un artículo de consumo, desechable. Pareciera la tendencia de nuestra época, ser desechables. Por alguna razón, algunos pensamos o deseamos el ideal de una vida armónica y significativa; y creo que en alguna parte de nosotros guardamos ese ideal sin importar lo imperfecto o endeble para el contexto de cada quien. Es bonito cuando ocurre, es esperanzador ver personas como tú, haciendo ese despliegue de cualidades, con firmeza, asertividad, inteligencia y ternura a la vez. Me alegré por esa persona, que tenía la fortuna de contar contigo plenamente.
No sé si proyecto mis faltas y traumas, o es empatía pretender imaginar los sentimientos de la ruptura entre otras personas, distintas y ajenas a mí. Da miedo pensar que vivimos, en general, un proceso de deshumanización socio-histórica, donde perdemos la capacidad de unión y entendimiento entre un@s y otr@s; la mentada sociedad líquida.
Pensaría —queriendo hacerlo positivamente— que, pese a todo, probablemente logremos aprender de las cosas, probablemente de eso se trata. Siendo realista conmigo mismo, a veces dudo mucho que yo haya estado haciendo eso bien, como debería.
A veces me pregunto si las cosas que hago son un modo de resistir ante la inercia de la decadencia, o simplemente no entenderé el bienestar, el ser ni el deber ser de nada, porque soy un enfermo incurable.
Tú eres más lista y más fuerte. Sé que sabrás, como siempre, ser ejemplo de resiliencia, sabiduría y fraternidad. Seguiré aprendiendo de ti, o intentando al menos. Deseo estés bien; que lo malo pase y lo bueno mejore.
JCM
Claro que tienes derecho
Claro que tienes derecho
de no luchar por nada.
Derecho a ser feliz, a relajarte,
a pensar que eres esa tan genial persona
que no debe nada a nadie y que trabaja,
que paga sus impuestos y que vota cuando debe.
Claro que tienes derecho
de limitarte a lo tuyo.
De escuchar las noticias
como un ruido molesto.
De no meterte en problemas
que para nada te tocan.
Como si no fuera
cualquier vida algo difícil.
Claro que tienes derecho
para envolverte en los tuyos.
Hoy es una bendición el tener a alguien.
Y para el día de mañana,
todo es tan inseguro…
Claro que tienes derecho a refugiarte.
También desearía, como tú,
ese inmenso poder de no pensar en nada.
Es la verdad, que te envidio,
porque yo no tengo a nadie.
Claro que tienes derecho
para llenarte de orgullo.
Sin importar lo que sea,
estás de pie.
La gente que te conoce
sabe cuánto has pasado.
Cuántas penas, esfuerzos,
todo tu sacrificio y constancia.
El respeto que siempre muestras
para tus jefes y amigos.
Cómo te amoldas y adaptas,
y cómo siempre sonríes
y respondes los saludos.
Claro que tienes derecho
de tener tranquilidad.
Cumples con tu trabajo, obedeces,
eres puntual y asistes a todos tus deberes.
Eres leal, una persona agradecida.
Y todo tu grupo social
sabe que cuenta contigo.
Juntos es que han protegido
todos sus intereses.
No han permitido que nadie
les humille, les insulte, ni les robe.
Y yo, un pobre inútil, hipócrita,
leproso repugnante,
que defiende cualquier causa
sin más razón que gritar escandalosamente,
clamando por cualquier limosna
de atención que a alguien le sobre.
Claro que tienes derecho de ignorarme.
Por gente como yo,
este país no avanza en ningún rumbo.
Tengo resentimientos, traumas,
vicios, necedades.
Soy esta persona colérica,
inestable y grosera
que no es capaz ni siquiera de soportarse a sí misma.
Sólo hay algo que sí quiero rogarte.
Y es que, desde nacer,
siento este profundo asco.
Nunca entendí qué es esto.
No me gusta. Cada mínimo detalle,
organización, protocolo, jerarquía,
cada reglamento escrito y cada
regla de etiqueta, cada celebración,
convivio, reunión, fiesta o asamblea,
cada facción, sindicato y grupo guerrillero,
no existe en realidad ninguna sola cosa
que no me sea en extremo repugnante.
No imaginas cuántas veces he deseado
ponerle, por fin, un fin a esta miseria.
No hay nada más que pueda
querer más,
que terminar conmigo
de una maldita vez por todas.
¿Por qué no, por favor,
vinieras, y me ayudas,
y me matas?
En el fondo, yo lo sé,
soy cobarde, al infinito,
un decepcionante cobarde,
igual que tú.
JCM
Movimiento social bonito
😂😂😂😂😂😂😂
¿Qué creen mai frens? Ya no puedo publicar, sólo reaccionar desde mi súper cuenta original, Jorge Castillo Martínez, de Facebook.
Censuras de todos los sistemas de toda la M4tr1X.

¿Qué no han visto los infinitos recursos estéticos e intelectuales que poseo?
Todo lo tengo previsto para hacer lo que yo quiera, por mucho tiempo. Para empezar tengo otras cuentas y tengo cuentas conectadas a mi cuenta desde las cuales desde las cuales también puedo publicar.
Siempre será más sencillo que me escuchen, a que me sigan ignorando.
Que se pudran los tibios. Ayuden a hacer escándalo, les he estado componiendo pura calidad.
https://secretariadefilosofiaenhidalgo.com.mx/
¿Les propongo un acto de dignidad, iconoclasia pura, v4nd4Ll530 sin costo y un movimiento social bonito, todo a la vez?
Nadie me apoye a mí, si no quiere. Pero ¿no sería divertidísimo que tod@s le pongamos 😂 a las publicaciones «oficiales»?
¿Así, o más fácil?
😂😂😂😂😂😂😂

#revocacióndemandatojuliomenchaca #fuerafarsantesdeseph #fueranatycastrejón #razonamiento #libertad #revocacióndemandatoparajuliomenchaca #artistasquéestáncreando #poiesisophia
VICTORY not vengeance





Cuánto vale la escritura…
En cuanto a ser escritor, una de las pruebas que me puse y que me di a mí mismo, sobre mi indudable calidad, fue en aquella ocasión donde, siendo subgerente de una tienda Aurrerá, escribí un correo electrónico cuyo valor en dinero me redituó arriba de los $50,000 en ahorro de gastos y garantía de continuidad operativa para mi unidad.
Siendo encargado, justamente, como «subgerente de operaciones», era mi responsabilidad pagar a todos los proveedores, garantizar todos los servicios, mantenimiento de equipos, contratación, capacitación, y supervisión de personal operativo; en general, todo aquello que fuera indispensable y necesario para el mejor funcionamiento de toda la infraestructura de la unidad.
Me encontraba en la ciudad de Sahuayo, Michoacán; si no de las más, por lo menos sí bastante calurosa, e hirviente en crímen organizado.
Mis equipos de refrigeración y congelación para la venta de perecederos, como carnes y verduras, estaban teniendo constantes fallas en todo el sistema. Se pagaron y se hicieron diferentes trabajos de mantenimiento; las soluciones sólo iban siendo temporales, cuando ya aparecía un nuevo problema de mantenimiento que arreglar y que se abonaba al conjunto de desperfectos interminables.
Para cada trabajo hice las gestiones de reclamo de garantía por el servicio de proveedor de mantenimiento. Por cada trámite, el CEO de mantenimiento de Walmart México y Centroamérica validó, a favor del proveedor, que no había garantía por reclamar, sino que simplemente se estaban realizando los trabajos de acuerdo a las necesidades.
Llegó el momento en que reuní la evidencia suficiente e irrefutable para decirle, en un correo electrónico (con copia para tod@s los CEOS de Walmart internacional), a este CEO transnacional de mantenimiento, que más bien parecía que estaba trabajando para el proveedor y no para nuestra empresa, Walmart.
Le dije terminantemente que mi unidad no iba a pagar más, y que exigía que se remediese, como fuese y lo antes posible, todo mi sistema de congelamiento y refrigeración.
En el correo electrónico específico en el cual le dije todo esto, estaba haciendo la reclamación sobre la garantía de un servicio de mantenimiento mal ejecutado, cuyo monto de pago ascendió alrededor de los $50,000
Claro que, dejar en perfecto estado mi equipo de refrigeración y congelación, tanto al proveedor como al CEO, les costó mucho más.
JCM
Integridad en el servicio público. Análisis de hechos.
Estimada Dra., para la realización de la actividad de esta semana, voy a enfatizar, en lo posible, la negativa necesaria a utilizar fuentes bibliográficas de consulta, sólo en lo correspondiente a esta ocasión y esta actividad. Sabedor de la formalidad académica necesaria y puntual que ud. siempre recomienda, pero, sobre todo, se preocupa en demostrar, comprendo el porqué de la cuidadosa redacción de instrucciones en sus planeaciones semanales. Por lo que, de antemano, le ofrezco una disculpa por utilizar sus palabras de modo irónico.
Sin embargo, me parece de importancia resaltar la coincidencia afortunada en la elección de técnica a desarrollar que nos encomienda, “análisis de hechos”, sobre todo en este tema de la integridad en el servicio público y la necesidad de erradicación de la corrupción.
Lo que quiero decir es que, justamente, me parece que es indispensable para todos hacer un “análisis de hechos” exhaustivo en nuestras vidas, acerca de cómo contribuimos a, o bien, cómo podemos, con nuestras acciones personales y profesionales, propiciar el desmoronamiento de nuestras instituciones y sociedades, o bien, unir el tejido de un orden social justo y propicio para el desarrollo y bienestar de todos. Pero este análisis de hechos sólo puede ser útil y auténtico desde un ejercicio de honestidad y autocrítica “interna” (que parecería redundante decirlo, «autocrítica interna», pero también, parece siempre pendiente de ejercer y autenticar).
Y es que la mayoría de las personas no piensa que sea culpable de, o que sea su responsabilidad, el caos social que se vive. Cada persona se encierra en su esfera, acostumbramos a ser indiferentes a la política, a la necesidad de ver noticias fidedignas y críticas, tenemos flojera de estudiar, nos da sueño leer, y por eso tomamos la enseñanza errónea de nuestr@s maestr@s como nuestros propios estándares profesionales mientras sepultamos en la nada sus mejores o únicos aciertos, tomamos a cuantos merolicos por nuestros líderes de opinión, tomamos por “verdad nacional” únicamente lo que nos ponen en la TV, cada fin de semana queremos escuchar que nuestros pecados serán perdonados, cuando no obligamos a que nos los perdonen, usando la violencia secreta y de evidencia silenciosa (¿o silenciada?) de las mediocridades compartidas, y sentimos que somos buenos porque estamos rodeados de gente buena; que tienen sus defectos, como todo, pero en todo caso, no son gente “mala”. Incluso, ya se demostró cómo pensamos que los gobernantes que nos dicen «buenos y sabios» son, también ellos, «los más justos» y admirados.
Cada uno, lo más probable, inicia todos sus días y semanas con el anhelo de sentirse “bien”. Seguramente, lo primero que pensamos no es, “¿y cómo evito estos asesinatos, feminicidios, estas violaciones de religiosos, políticos y familiares, estos secuestros de personas, estos despojos de propiedades del gobierno junto con empresas privadas?” ¿Qué no está la policía o los jueces para eso? Y si lo hacen mal, ¿no es culpa de ellos? ¿No tienen superiores o leyes que sancionen conductas erróneas? ¿Por qué me voy a echar yo, como ciudadano de a pie, con apenas trabajo, ese peso al hombro?
Y, sin embargo, de nada sirve que citemos el evangelio, que amemos las obras de ficción, como “Un mundo feliz “, de Huxley, o 1984 de Orwell, que invoquemos el diario oficial de la federación, al Dalai Lama, La Rosa de Guadalupe, o los académicos más reconocidos sobre la materia, si no concientizamos, en verdad, hasta qué punto sí somos culpables y sí somos responsables de todo cuanto pasa.
Y es que si no vemos, ya no digamos todos los días, sino al menos por un instante de claridad en la vida, esta obviedad: que sí somos responsables de las cosas que pasan, y que sí está en nuestras manos hacernos cargo de ellas, ¿cuál información podría ser, de verdad, confiable o no confiable?
Sin esta (pro)posición: «las cosas, los hechos que ocurren, sí son mi responsabilidad»; cualquier otra información por recibir o emitir sobre su base, estará inevitablemente cargada de “error”, estará mal interpretada y mal usada.
Es del conocimiento público que la Constitución de México y las leyes mexicanas son de las más hermosas y completas del mundo. Al mismo tiempo, también es del dominio público el hecho de que nuestro país está entre los más corruptos del mundo.
Siempre ha sido del dominio público que nuestro país tiene un rezago y un nivel educativo muy por debajo de lo deseable, siempre hemos dado por hecho y también confirmado que en nuestro país hay una marcada deficiencia tanto en el número de lectores como en su calidad de comprensión lectora. Si una publicación de los periódicos da estadísticas del INEGI en picada en cuanto a la lectura, ¿tendría sentido contradecir tal información? ¿Tendría sentido «profundizar», debatir o ahondar en esa información en tanto que pura información formal para uso académico?
Por primera vez en la historia humana, un filósofo de la talla de Enrique Dussel, por sus obras y biografía comparable con los filósofos más grandes de todos los tiempos y geografías, justo aquí en México, después de décadas como catedrático destacado de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM, crea un Instituto de Formación Política racional (o sea, como decir “científica”, para aclarar el tecnicismo) para el proyecto de partido político más ambicioso posible, como para llamar la atención e inspirar un cierto respeto en todo el mundo.
No obstante, la obra de teoría y filosofía política de calidad científica del gran Enrique Dussel ha sido más desechada, pisoteada y desaprovechada, que la superstición más torpe y falsa imaginable, por la única razón de que nadie cree de verdad que el estudio, los libros y las ideas, valgan nada en realidad, ni que sean útiles para la realidad.
Si alguien nos demuestra conocimiento cierto, o nos pone delante de algo que hemos sido entrenados para no ver, lo primero que vamos a pensar es que esa persona es arrogante y grosera y, sólo por eso, haremos todo lo posible por contradecirle y desacreditarle, sin ni siquiera analizar si hay algún aspecto “bruto” de verdad evidente, o no, en lo que dice. Pero, ¿qué es la ignorancia, exactamente, sino la negación sistemática de los hechos más evidentes? ¿Si no la incapacidad para beneficiarse y desarrollarse materialmente, de modo honesto y sustentable, a partir de las ideas, los libros y los conocimientos? ¿Qué es el fanatismo, sino la aversión por la verdad, y el amor por la mentira?
En ocasiones, o casi siempre, el hecho más cotidiano de confirmar es que nadie quiere saber nada, ni asumir la responsabilidad por nada. Entonces, en cuanto a nuestro “análisis de hechos”, y que para ello nos pide que investiguemos una situación de corrupción en fuentes confiables, considero prioritario analizar el hecho de que, si no somos confiables para nosotros mismos, tampoco lo será ninguna información posible.
Y, si en nuestra conducta habitual, damos por hechas muchas cosas falsas, negamos cosas obvias, atacamos actitudes o “formas” sin atender a su contenido objetivo, si juzgamos moralmente algo que es un simple hecho, y si evadimos nuestra obvia responsabilidad moral y nos refugiamos en el autoengaño, apelando a que “no hay verdades absolutas, sino interpretaciones” cuando no queremos aceptar una verdad obvia, entonces sería de antemano una pérdida de tiempo hacer cualquier estudio sobre cualquier cosa. ¿No es así?
Mi análisis de hechos concluye que las relaciones sociales cada vez más superficiales y el rumbo colectivo son consecuencia directa e ineludible de nuestra ignorancia y pereza individuales personales, del fanatismo con que fomentamos eso, o de nuestro esfuerzo por superarlo.
Sócrates decía: “No hay gente mala, hay ignorancia.” El hecho más bruto que observo, y que no he podido comprender por ninguna “fuente confiable”, es: ¿Por qué tendríamos que ser ignorantes por decisión propia?
Si no del dominio público general, al menos sí del dominio común de filósofos y abogados, sabemos que Emanuel Kant definió «la Ilustración» como “la mayoría de edad del ser humano, como especie”. Es decir, cada vez que cultivamos y protegemos la ignorancia y vicios de nuestras conveniencias, ¿no estamos haciendo, sino seguir una conducta inmadura e infantil? Y, ¿qué hace el servicio público corrupto, sino aprovecharse del miedo y la ignorancia de nosotros como niños caprichosos e inmaduros que somos, a escala individual y social, y que no asumen responsabilidades?
Como parte de los hechos contemplo que, en este caso específico, ir a rebuscar algún caso de corrupción, documentado en una “fuente confiable”, únicamente contribuiría a tomar distancia y blindaje frente al problema, a no verlo y no hacernos responsables de él. Y ese sería un primer acto de corrupción, obvio y directo, que desestimamos automáticamente y lo más común sea que no veamos.
No obstante, todo el mundo sabe que la corrupción no se cifra en un caso. La corrupción es sistemática. Y como tal, debe ser abordada sistemáticamente. De aquí que, como marco teórico sistemático, mi análisis de hechos se basa en la confianza sobre mis razonamientos, en los años de meditación y lectura sin los cuales me dejaría llevar por la impotencia del resto de personas.
En este sentido de sistematicidad racional, es que señalo: el hecho es que la mayoría no se cree culpable o responsable de la corrupción, por eso no hacen nada por construir el país del cual las leyes son un buen, pero inútil diseño, y no lo haremos sino hasta que alcancemos la edad adulta post ilustrada, cuando seamos dignos de ser considerados miembros de nuestra especie, cuando lleguemos a la madurez o el profesionalismo para, en primer lugar, antes de juzgar personas, ver hechos, o investigar y citar fuentes, nos digamos a nosotros mismos, y entendamos desde nosotros mismos: “todos los hechos que ocurren sí son mi responsabilidad.”
[Meme: «¿Cómo puedo citar en mi tesis algo que me fue revelado en un sueño?»]
DERECHO, PRIMER SEMESTRE
MATERIA: INTEGRIDAD EN EL SERVICIO PÚBLICO
DOCENTE: Dra. Nelly Huerta Fernández
TÍTULO: Análisis de hechos. Semana 7.
ALUMNO: Jorge Castillo Martínez
ES241112761
FECHA: Pachuca de Soto, Hidalgo; a 02 de marzo de 2025
Bio digital
Aprendí sobre computación con el ingeniero Ríos, desde la primaria. Era un monstruo intelectual y parecía desear con fervor que nosotros aprendiéramos a nivel bachillerato.
Después llegué a bachillerato, pero comprobé que nadie enseñaba como él, ni lo que él me enseñó. Nos enseñó lenguaje binario (y matemática maya, es decir vigesimal y la posibilidad de otras matemáticas no decimales, de paso) y el cómo y por qué las primeras computadoras funcionaban con bulbos. Posteriormente los bulbos se redujeron en tamaño hasta ser minúsculos puntos de luz.
El punto central no es la luz en sí, sino el curso eléctrico, su significado eléctrico. Es decir, si el punto está es porque hay reunida energía eléctrica canalizada ahí. Sí, o no. De ahí en adelante, basta con sí y no’s, positivo o negativo, prendido o apagado, para articular con el lenguaje binario y la lógica otros conjuntos más complejos.
Las letras o números u otros signos, llamados en general «caracteres», para poder representarse electrónicamente (y después digitalmente) de forma estandarizada, requirieron una plataforma de luces que pudieran prenderse o apagarse alternativamente y de forma articulada.
Para organizar el prendido o apagado de luces por cada carácter necesario, la plataforma se divide en cuadros o conjuntos de luces llamados bytes. Un byte es una unidad mínima de información. Cada luz o pulso electrónico organizado (para estar prendido o apagado en determinado momento configurando un carácter) es un bit. Un byte puede estar compuesto por un número indefinido de bits, pero el estándar hizo de los grupos de 8 bits la base de toda la computación ahora conocida. Grupos de 8 bits se reducen cada vez más en tamaño físico y se multiplican en número, para dar paso a las imágenes (y todo tipo de información o estímulo eléctrico) cada vez más definidas.
Nunca lo he olvidado porque me parece increíble y fascinante a la vez. El paso de una técnica a una tecnología. El universo de pulsos eléctricos y energía que transcurre en imágenes, sonidos, y miles de lenguajes virtuales que tenemos en nuestras manos todos los días, ahora.
El lenguaje MS-DOS es lógica pura en aplicación práctica y atada a la realidad física de la electricidad.
El problema era que yo no tenía computadora. Así que, durante un buen tiempo, digamos toda la secundaria, este aprendizaje teórico era más bien, para mí, un relato fascinante. Dejemos a un lado mi envidia hacia los compañeros que entregaban sus trabajos a computadora, y sólo por eso les daban mejor calificación. Mejor concentrémonos en lo importante. Aprendí que era mejor y más valioso saber, aprender y comprender algo, que sólo tener o usar las cosas.
Mi siguiente contacto con las computadoras, al iniciar bachillerato, fue algo escalofriante. En ese entonces las computadoras eran un lujo, y el Internet menos accesible que ahora, en México. Yo no tenía computadora ni Internet y no lo tuve durante toda mi «juventud». Pero eventualmente el auge de la socialización adolescente hizo que unos «amigos» me invitaran a la casa de alguien con computadora e Internet. También fue la primera vez que me emborraché. Y conocí lo que hacía un adolescente de mi edad, pero que tenía familia, auto, computadora e Internet, a diferencia de mí, que no tenía nada de eso.
Desde entonces no soy tan fan de emborracharme a lo estúpido (al menos no frecuentemente, o al menos no con alcohol…), o usar la computadora con Internet para ver porno. Cuando uno es de clase baja, piensa uno demasiado en las consecuencias de cualquier cosa.
Puta moralina. El lujo de las personas, más allá de sus bienes materiales, es estar exentos de cualquier consecuencia (¿impunidad?), y disfrutar de todo sin ninguna culpa.
Ojalá sólo hubiese visto pornografía. Tal vez hasta ahí mi desarrollo hubiese sido «normal». Pero también vi algo que llamaban «snuff», videos cortos de gente siendo torturada o asesinada. ¿Hasta dónde deben llegar los límites para ser límites? No sabía si envidiar o sorprenderme de ellos, que podían soportar ver eso como si les gustara.
Casi al final del bachillerato ya comenzaban a hacerse populares los café-internet, y cada vez se fueron haciendo más baratos. Y algunos debían prohibir explícitamente que la gente viera cierto contenido. Francamente no sentía que compartiera mucho con mis coetáneos-contemporáneos.
Yo usaba el Internet para buscar gente como yo, lo que sea que eso fuera. Me gustaba Latinchat. Había grupos por países, por intereses, para todo. Un universo impredecible estaba ahí. Y si bien la mayoría de los grupos o asuntos eran tan triviales como la vida misma, tampoco era imposible encontrar gente especial. Sobre todo, en lo que a mí me interesaba: la filosofía, la poesía y el arte.
Era aceptable no mostrar el nombre real, sino un «nickname», a nadie le importaba. De hecho, era mejor. No había tendencias, hashtags, memes, la gente no estaba todavía «estandarizada» hasta ese punto, como ahora. Uno podía desprenderse de las ataduras de un mundo real, libre de todos los prejuicios o las formas prefijadas.
La gente buscaba vertir en su personaje (avatar/imagen de usuario) lo más auténtico de sí misma, no lo que le pesaba, cómo se veía, qué tenía o de dónde venía. Disfrutaba tocar a la gente con sólo las palabras y un nombre de cuenta. Disfrutaba ver sus mundos a través de ellos. Varios estábamos ansiosos por presentarnos, por conocernos, comunicarnos de otra forma. Era la invención de nosotros mismos, y verificar la agradable sospecha de que un mundo mental, de ideas, se tocaba con las cosas representadas, que a su vez se sentía como la certeza de poder tocar lo lejano, con la mente, con las emociones más reales, con el alma…
Alguna que otra persona llegué a conocer físicamente, o aún las tengo en el FB, pero ya nada es lo mismo que antes.
La gente ya no se inventa. Sólo se consume.
Línea recta al Deber
En la frontera exacta del derecho:
donde la libertad halla su forma.
Existe un equilibrio que transforma:
en casusa eficiente el final barbecho.
La razón práctica, en su real medida,
delimita el espacio del encuentro;
sintético-analítico en el centro
de la universal norma compartida.
Cada acto es un teorema del deber,
cada elección, un punto cardinal
donde lo justo busca florecer
concéntrico a nuestro pacto social.
La voluntad, regla y compás del alma,
traza las líneas firmes del respeto:
donde la libertad encuentra calma,
en los confines justos del decreto.
¿Qué es el derecho sino la ecuación
ante el conflicto mutuo del vivir?
Donde el arbitrio encuentra su razón
en el arbitrio ajeno al coexistir.
Como un reloj de arena inexorable,
la justicia desciende grano a grano
haciendo lo imposible realizable,
sublime, nouménicamente humano.
Hacia este reino de los fines puros,
donde la dignidad es ley suprema,
construïmos los puentes del dilema
entre ser libres o quedar seguros.
La paz perpetua estaría definida:
«deber ser»: ciencia de geometría,
donde la razón pura, en esta vida,
encuentra en lo moral su autonomía.
Y así, en este universo regulado
por la razón que ordena y que construye,
cada derecho será consumado:
la ley, o norma, es libertad que fluye.
JCM
El teorema de Gödel
El teorema de Gödel, según la interpretación de Douglas Hofstadter, representa uno de los resultados más profundos y fascinantes en la historia del pensamiento humano. Aquí está un análisis esquemático:
1. Conceptos Fundamentales
Autorreferencia
- Hofstadter considera la autorreferencia como el concepto central del teorema
- Explica cómo los sistemas formales pueden «hablar sobre sí mismos»
- Introduce el concepto de «bucles extraños» como manifestación de la autorreferencia
Sistemas Formales
- Define un sistema formal como un conjunto de reglas para manipular símbolos
- Explica cómo la aritmética puede codificar declaraciones sobre sí misma
- Demuestra cómo la metamatemática puede ser expresada dentro de la matemática
2. Los Teoremas de Incompletitud
Primer Teorema
- En cualquier sistema formal consistente que pueda representar la aritmética básica:
- Existen proposiciones que son verdaderas pero indemostrables dentro del sistema
- Estas proposiciones son autorreferenciales por naturaleza
Segundo Teorema
- Ningún sistema consistente puede probar su propia consistencia
- Esto implica una limitación fundamental en nuestra capacidad de verificación
3. Implicaciones Filosóficas
Para la Mente y la Consciencia
- Hofstadter sugiere que la consciencia emerge de bucles autorreferenciales
- La autorreferencia es fundamental para la autoconciencia
- Los «bucles extraños» son esenciales para la emergencia del «yo»
Para el Conocimiento
- Existen verdades que son inherentemente inaccesibles a través de sistemas formales
- La comprensión humana trasciende los sistemas formales
- La verdad matemática es más rica que la demostrabilidad formal
4. Analogías y Conexiones
Con la Música de Bach
- Las fugas de Bach ejemplifican estructuras autorreferenciales
- Los niveles de significado musical reflejan los niveles de los sistemas formales
- La recursión en la música ilustra los bucles extraños
Con el Arte de Escher
- Las obras de Escher visualizan paradojas autorreferenciales
- Los niveles de realidad en sus obras reflejan niveles de sistemas formales
- Las ilusiones visuales ilustran las limitaciones de los sistemas formales
5. Relevancia Contemporánea
Para la Inteligencia Artificial
- Plantea preguntas sobre los límites de la computación
- Sugiere limitaciones fundamentales en sistemas artificiales
- Cuestiona la posibilidad de una IA completamente autoconsciente
Para las Ciencias Cognitivas
- Ofrece insights sobre la naturaleza de la consciencia
- Sugiere mecanismos para la emergencia del pensamiento
- Propone modelos para entender la autoconciencia
Nota final
La interpretación de Hofstadter del teorema de Gödel va más allá de las matemáticas puras, convirtiéndolo en una herramienta para entender la consciencia, el pensamiento y la naturaleza del conocimiento. Su análisis sugiere que las limitaciones descubiertas por Gödel no son defectos, sino características fundamentales de cualquier sistema lo suficientemente complejo como para ser interesante, incluyendo la mente humana.
La belleza de su interpretación radica en cómo conecta estas ideas matemáticas abstractas con fenómenos concretos en música, arte y cognición, creando un marco unificado para entender la autorreferencia y la emergencia de la consciencia.
Licencia Creative Commons Compartir Igual, Sin Derivadas, No Comercial Internacional (CC BY-ND-NC)
Referencias
- Floridi, L. (2014). The Fourth Revolution: How the Infosphere is Reshaping Human Reality. Oxford University Press.
- Hofstadter, D. R. (1979). Gödel, Escher, Bach: An Eternal Golden Braid. Basic Books.
- Hofstadter, D. R. (2007). I am a strange loop. Basic Books.
- Kurzweil, R. (2005). The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology. Viking.
