*HIDALGO HOY. CORRUPCIÓN*
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CONTROL DE LA OPINIÓN PÚBLICA:
EL GOBIERNO DE HIDALGO BUSCA CONTROLAR A LOS HIDALGUENSES A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

En el estado de Hidalgo, el gobierno ha adoptado una estrategia clave para controlar la opinión pública: pagar a los medios de comunicación locales con recursos públicos a cambio de difundir información favorable al gobierno en funciones.

Esta práctica, lejos de fomentar una prensa libre y crítica, promueve un entorno mediático sometido a los intereses políticos.

Uno de los casos más relevantes es el contrato DIG-322/2024, firmado por la Coordinación General de Comunicación Gubernamental del gobierno de Hidalgo, dirigida por Eduardo Iturbe Méndez, con EA Noticias. Según este documento, el gobierno pagó $348 000 por difundir información gubernamental en abril y mayo de 2024.

El contrato establece que EA Noticias debía difundir información que promoviera la imagen del gobierno estatal a través de su página web y redes sociales. Este acuerdo se realizó mediante ADJUDICACIÓN DIRECTA, es decir, sin pasar por un proceso competitivo que garantizara la transparencia.

La Presidencia Municipal de Pachuca también destinó recursos a este mismo medio de comunicación, otorgando un contrato por $63 800, dividido en seis pagos mensuales de $11 600 para difundir información institucional del municipio.

Estos recursos, que deberían destinarse a servicios públicos esenciales (artículo 115 de la Constitución), son gastados por el gobierno para influir en la percepción ciudadana y mantener el control político mediante medios afines.

Pachuca sigue sin agua y con las calles llenas de basura.

En su obra Masa y poder, el sociólogo Elías Canetti describe cómo los gobiernos utilizan los medios de comunicación como mecanismo de control sobre las masas.

¿Libertad de prensa o publicidad gubernamental?

Estos contratos no son excepciones, sino una práctica habitual en Hidalgo. Varios medios locales reciben pagos regulares del gobierno, lo que genera un sesgo evidente en su cobertura informativa:

Milenio.
Plaza Juárez.

En lugar de investigar y denunciar posibles irregularidades, estos medios, por convenir a sus intereses económicos, deciden destacar las supuestas buenas acciones del gobierno en turno e ignorar las acciones escandalosas.

La manipulación mediática tiene un impacto directo en la democracia local. Cuando los medios dependen directamente y económicamente del Gobierno, su papel de vigilantes del poder queda anulado. Estos medios son socialmente irresponsables.

La crítica desaparece y, con ella, la posibilidad de que la ciudadanía esté informada de manera veraz y objetiva.

El dinero destinado a estos millonarios contratos proviene de los impuestos de los hidalguenses.
$348 000 pesos bimestrales para un sólo medio representan recursos que podrían haberse utilizado para comprar medicamentos, pavimentar calles o mejorar servicios públicos esenciales. Sin embargo, para el Gobierno es más rentable gastar nuestro dinero en controlar la narrativa mediática que en resolver los problemas de la ciudadanía.

Esta estrategia del «capitalismo de amigos» en los medios convierte a la prensa en un instrumento de propaganda gubernamental, lo que impide la libre competencia y afecta a la calidad del periodismo local.

En Hidalgo, la libertad de prensa es un derecho que pocos medios pueden permitirse, mientras que los que optan por alinearse con el gobierno encuentran en los contratos públicos una fuente de ingresos segura.

Por unos cuantos millones, estos medios de comunicación aceptan manipular la mente de los hidalguenses.

¿Hasta cuándo se permitirá que el dinero público sea utilizado para manipular la opinión pública y limitar la democracia?

¿Qué hacen los diputados del Congreso local de Hidalgo respecto a las acciones de su amigo y padrino, el gobernador Menchaca?

fuente: El nuevo gráfico

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