Línea recta al Deber



En la frontera exacta del derecho:
donde la libertad halla su forma.
Existe un equilibrio que transforma:
en casusa eficiente el final barbecho.

La razón práctica, en su real medida,
delimita el espacio del encuentro;
sintético-analítico en el centro
de la universal norma compartida.

Cada acto es un teorema del deber,
cada elección, un punto cardinal
donde lo justo busca florecer
concéntrico a nuestro pacto social.

La voluntad, regla y compás del alma,
traza las líneas firmes del respeto:
donde la libertad encuentra calma,
en los confines justos del decreto.

¿Qué es el derecho sino la ecuación
ante el conflicto mutuo del vivir?
Donde el arbitrio encuentra su razón
en el arbitrio ajeno al coexistir.

Como un reloj de arena inexorable,
la justicia desciende grano a grano
haciendo lo imposible realizable,
sublime, nouménicamente humano.

Hacia este reino de los fines puros,
donde la dignidad es ley suprema,
construïmos los puentes del dilema
entre ser libres o quedar seguros.

La paz perpetua estaría definida:
«deber ser»: ciencia de geometría,
donde la razón pura, en esta vida,
encuentra en lo moral su autonomía.

Y así, en este universo regulado
por la razón que ordena y que construye,
cada derecho será consumado:
la ley, o norma, es libertad que fluye.

JCM