El «humanismo mexicano», un concepto de importancia mayor para lo que debería ser uno de los sellos de la praxis política morenista, según las ideas dusselisnas que fundamentan la filosofía de movimiento y partido: este concepto no está siendo usado sino como si fuera un slogan vacío y ridículo como los de regímenes anteriores, únicamente para fines electorales y discursos oficiales de gobierno.
El humanismo mexicano, en lo que consiste de verdad, es justamente en dejar a un lado las ridiculeces burocráticas, para enfocarse en la atención y el servicio a la persona, en la garantía de sus derechos, y el fomento de su desarrollo autónomo. La filosofía dusseliana puede no agradar a todo el mundo, pero es importante porque fue justamente por lo que votó la mayoría. Y si en la falta de eso, las personas se dejan engañar, o se venden por cualquier miseria menos por lo que se supone que votaron, entonces todos estamos perdidos. Nada habrá valido nada, ni habrá transformación de nada, si la gente no sabe reconocer el valor de las cosas, y no sabe exigir lo que les prometieron.
Estimado licenciado José Francisco Morelos Fernández, siendo de necesidad obligada la justificación a cualquier ausencia o irregularidad en nuestras labores, es que me sirvo a la realización de este reporte, que pueda dar cuenta de la urgencia y necesidad por el permiso solicitado para ausentarme de mis labores los días cinco y seis de marzo del presente año, así como de mi inevitable retardo el día de hoy, siete de marzo de 2025.
A los seres humanos nos es imposible saber cómo sucederán las cosas, sin embargo, a todos nos es indispensable procurar hacer todo lo mejor que podamos de nuestras circunstancias: con los mínimos recursos posibles, o con lo que sea que tengamos, en último caso. “Hay cosas que jamás se recuperan, como la confianza”, reza el proverbio. Y, con respecto a usted, quizá la mayor pérdida posible que pueda yo tener, en estos momentos, sea la de su confianza. Por lo general, es poca la gente que confía en mí. Además, es innegable que en diversos aspectos de mi persona y en diferentes momentos de mi vida, tengo fallas quizás imperdonables. Tan grandes y graves son mis fallas, que no es por otro motivo que me exijo a mí mismo la máxima capacidad de mis pocas cualidades.
En consecuencia, la única razón por la que me ausenté de las labores, es por considerar de máxima importancia y urgencia, como le comentaba informalmente por un mensaje de texto, y ahora le reitero, en la formalidad oficial del presente documento, fue la de “iniciar gestiones para asegurar el seguimiento de las denuncias legales formales a presentar contra las autoridades superiores”, concretamente Myrlén Salas Dorantes (retirada recientemente del cargo de subsecretaria de educación básica), Daniel Fragoso Torres (subsecretario de educación media superior y superior) y Natividad Castrejón Valdez (secretario), “por actos antijurídicos, negligencias, cohecho y peculado.”
Subrayo “iniciar gestiones”, debido a que tales denuncias todavía no son presentadas formalmente. Como es de suponer, la seriedad de las denuncias formuladas demanda argumentos sólidos y pruebas concluyentes. Esta es razón suficiente para hacer las mayores consideraciones y los mejores preparativos al respecto. Lo cual requiere de mucho tiempo, paciencia, y fortaleza emocional. Como el proyecto que estoy mencionando, presentando, y poniendo en marcha, ahora junto con usted, lo considero de importancia máxima y capital para la digna institución en la que coincidimos, la Dirección General de Formación y Superación Docente o Dirección General de Desarrollo Pedagógico, y como en cuanto a tener un juicio negativo de su persona no he podido hacer más que equivocarme, por ello es que nunca dudé de su apoyo en cuanto a las acciones que estoy realizando, ni de su comprensión, al menos posterior, sobre lo que de otro modo parecerían conductas abusivas e incorrectas de mi parte. En principio, como bien me lo dijo nuestra amable asistente, Susi, una solicitud de permiso de ausencia a labores debe presentarse antes de que ocurra. Lo cual incumplí. Consciente, también, de que hasta el momento en Formación y Superación Docente no hay nada que se vincule con mis denuncias y que, al menos de principio, deben ser tratadas como cosa muy independiente de mis labores; y como, sin querer, en estos días se suscitaron hechos que fortalecen la evidenciación de las denuncias a presentar, es por ello por lo que me vi obligado a solicitar un permiso de emergencia con la premura ocurrida.
Por otra parte, al mismo tiempo, procurando el máximo respeto a su persona, su excelente responsabilidad y su ocupada agenda, por ello hasta el momento no había encontrado ni abierto la oportunidad para ponerlo al tanto de mis antecedentes, preocupaciones, y proyectos. Sin embargo, como usted bien mencionó, hasta el momento no hemos tenido mayor problema. Se han tenido todas las consideraciones con mi persona. En alguna ocasión sufrí una convulsión epiléptica y se mostró todo el respaldo para mi recuperación. También se ha mostrado toda la comprensión cuando he solicitado permisos para atender o evitar un caso similar. Fuera de ello y dentro de mis funciones he cumplido con todo lo que se me ha solicitado de la mejor manera posible.
No obstante, dada la imprevisión de esta ocasión y el lamentable hecho detener que involucrar en mis denuncias a mi amigo, el poeta Daniel Fragoso Torres, nuestro subsecretario, es que fue necesario llamar su atención hacia estas problemáticas en la manera que lo hice. En virtud de las consideraciones y preparativos que menciono al principio, se vuelve de la mayor relevancia reunir la mayor cantidad de elementos, así como documentar de la mejor manera posible, con la mayor objetividad, todo lo que sea de interés tanto para la presentación de una denuncia sólida como para su investigación subsecuente.
“El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.” Razón por la que no puedo desconocer que, aunque hubiese una conducta indebida que denunciar, y que resultase de hecho cierta, cualquier deficiencia en la denuncia puede ser motivo de impunidad. En este sentido, puedo equivocarme en muchas cosas, pero no en la manera en la que deba dirigir la denuncia formal que menciono. Así pues, cabe la oportunidad y la necesidad de que, si bien el presente documento tiene como finalidad principal justificar mis faltas por los días mencionados, se extienda también como una justificación de lo que hubieran podido parecer actitudes abusivas e impropias de mi parte. Además de que no ha sido esa mi intención, estoy obligado a evitar que mis defectos y deficiencias personales enturbien la labor que me he propuesto. Para ello, debo reconocer que siempre he tenido ciertos problemas de socialización, depresión y control emocional, probablemente relacionados con la epilepsia. Es posible que no siempre sea capaz de expresar mis sentimientos e ideas de manera adecuada, asertiva, o considerada políticamente correcta, en situaciones difíciles de la vida cotidiana. Y si hay una situación difícil, creo que es la de estar pasando por la necesidad de presentar denuncias de este tipo. Para evitar hacer de mis palabras un simple ofrecimiento de disculpas excesivas o una lluvia de lamentaciones que no pueda más que aburrirle e incomodarle, considero la ocasión para aprovechar el mínimo de oficialidad en el documento presente, a manera de una primera relatoría que pueda citar como un esbozo para hacer comprender los elementos y las pruebas de mi denuncia, salvándola de los defectos de mi persona.
En lo esencialmente relativo a la justificación de mis faltas y de mis actitudes, a grandes rasgos se podría dar por concluido en este punto. A continuación, se presentarán justificaciones indirectas, pero sobre todo se continuará con el esbozo de relatoría de denuncia que estoy incorporando. La razón que encuentro para estarlo haciendo así es que, aunque por el modo en que se dieron las cosas, y a pesar de la condescendencia mostrada para conmigo, si yo estuviera en su lugar creo que tendría todo el derecho de considerar internamente que en realidad soy una persona indigna y problemática. No solamente deseo evitar ese escenario, sino aprovechar la objetividad posible que pueda tener el uso del lenguaje escrito en un documento oficial impreso con su correspondiente versión digital.
Puede suceder que, después de una simple conversación, alguien olvide las palabras que dijo o se retracte de ellas. También, como ha sido en mi caso, en nuestra reunión sostenida el día 6 de marzo, de 12:30 a 13:00 pm, puede ser que los defectos personales emerjan e impidan la correcta interpretación de nuestras mejores intenciones. Es por ello por lo que, apelando a mi poca habilidad para el uso de la escritura, intento dejar un informe lo más claro y mejor elaborado posible, para que pueda usted, en el momento en que así lo desee, revalorar lo ocurrido bajo otra luz. Lo mismo para mí, y a quien se requiriere hacer de conocimiento, en virtud de que es sólo hasta estos momentos que ha sido oportuno y necesario presumir posibles actos de corrupción en los que también se pudiera encontrar implicado nuestro subsecretario. La corrupción es un problema sistemático tan complejo y tan difícil de abordar, que en principio requiere una autocrítica constante y consistente. Permea nuestras sociedades desde los factores más diversos. Es posible ser absorbidos por la corrupción sin ni siquiera darnos cuenta de ello. Y si existe corrupción inserta en nuestro sistema educativo, puesto que la corrupción es sistemática, es un hecho, que nos concierne a todos y todas.
No puedo ni debo omitir el hecho de que enterarme de tener un familiar que fue puesto en prisión por supuestos actos de corrupción, es doloroso. Tristemente, como consecuencia del deterioro general en el tejido social, entre los familiares nos hemos distanciado. Para bien o para mal, si bien nos procuramos respeto y los mejores deseos mutuos, cada parte de la familia se ha dedicado a sus propios asuntos, siendo lo más independientes unos de otros. En lo personal, en general he tenido el más escaso contacto con los familiares más directos, en los últimos años. Es frecuente que desconozco parientes de segundo a tercer grado. Si he conocido algunos, por coincidencia, es seguramente porque llegamos a estudiar o trabajar en algún momento, por coincidencia. En cuanto al que aprendieron, un detalle que me resulta triste es que recuerdo que en mi infancia lo llegábamos a visitar; recuerdo haberme tocado la experiencia de ver a estos familiares construyendo su propia casa, pegando tabique por tabique. Como mi papá siempre nos inculcó ser honestos y ganarnos la vida de manera honrada y procurando un servicio de calidad a las otras personas, habiendo dado por hecho que todas nuestras ramas familiares hubiesen sido educadas de la misma manera sin importar que a unos les haya ido mejor que a otros, o la diferencia entre los caminos que hayan tomado. Es por esto por lo que ignoro si este familiar, en efecto, fue o no culpable de lo que se le hubiere imputado. Después de mi infancia, prácticamente nunca nos frecuentamos, ni tampoco fue nunca el caso de que nuestra rama u otra de nuestros familiares se beneficiaran particularmente por la posición que hubiese, él u otro familiar, alcanzado, o por actos indebidos que hubiese podido haber hecho.
Afortunadamente, no me corresponde ni está en mis manos juzgar a mi familiar. Y afortunadamente, de modo justo o injusto, fue aprendido. Si lo que sucedió fue injusto, necesariamente es que hubo responsables, y tendrán que afrontar sus acciones. Si fue justo, no hay más. Es justo. Y ya fue juzgado por eso. Me parece que esto demuestra mi compromiso y legitima mi empeño por combatir la corrupción. En lo que a mí respecta, ha sido el hecho de haber conocido la discriminación, la desigualdad y el abuso, en distintas maneras y en distintos momentos de la vida, lo que me hace necesario intervenir de manera decisiva e incansable, para el logro de un mejor trabajo educativo y un ambiente social libre de injusticias, una sociedad mejor preparada, y con un servicio público eficiente y eficaz.
Para ceñir el discurso a mi conocimiento específico y mi observación atenta de lo que concierne a nuestra institución, es que cito mi experiencia al ingreso del sistema. Ya en etapas anteriores había comprobado la dificultad de ganarse la vida honradamente, de modo proporcional al esfuerzo, tiempo, dedicación y creatividad invertida. Para poder obtener mi plaza, no me fue necesaria ninguna acción irregular, no la compré ni me la regalaron por nepotismo. La tomé por derecho adquirido de mi padre, como producto de un trámite abierto y público. Aunque mi empleo anterior fue el de subgerente de una tienda Aurrerá, y a pesar de que obtuve esa posición con el mayor esfuerzo, demostración de capacidades y dando resultados evidentes que superaban cualquier expectativa (lo cual sirvió en ese momento para poder solventar la falta de credenciales académicas), al final fui despedido por actos de corrupción de mis compañeros y superiores. Y a pesar de que obtuve mi carta de recomendación, conseguir otro empleo parecía aún más difícil presentando mis antecedentes, que omitiéndolos. Innumerables veces, he confirmado cómo el conocimiento, el talento y la proactividad, son censurados, pisoteados, humillados y hasta castigados. Si por alguna razón inicié mi camino laboral formal en el sector privado, fue por la desconfianza general y propia hacia nuestras instituciones públicas. Y al ingresar como intendente al sector educativo, fue lamentable confirmar mi desconfianza.
Tal como usted ha podido observar mi forma de trabajar, no rehúyo de ninguna actividad, por más nula, modesta, incomprensible, simple, compleja o pesada que se me asigne. Para justificar mi estancia en un trabajo, así como mis aspiraciones de mejora salarial o de nivel, no he dejado de hacer más que seguirme preparando, y buscando resultados concretos y evidentes que me avalen. Para dejar por sentado mi profundo conocimiento del sistema de Educación Pública de nuestro estado, de sus debilidades y del daño irreparable que produce, es que veo la necesidad de recapitular lo contenido en este documento.
Por eso, retomando el asunto de mi ingreso al sistema, es necesario recordar que mi primer lugar de adscripción fue el último de mi padre, la secundaria general número 7, en el turno vespertino, con las funciones de intendencia. Como siempre, empeñándome por hacer bien mi trabajo y visualizando la posibilidad de continuar mis estudios formales a un nivel de licenciatura, fue que busqué mi ingreso a la Normal Superior Pública del Estado de Hidalgo, en la carrera de licenciatura en educación secundaria con especialidad en lengua extranjera (inglés). Como ya tenía estudios previos en inglés y siempre he hecho un uso autodidacta constante de este conocimiento, pensé que entrar a esta carrera me ayudaría a desarrollar las habilidades didácticas que no tenía, y así poder abrirme un camino de desarrollo profesional, rehaciendo un proyecto de vida, ya que el emprendido y cultivado anteriormente había sido penosamente truncado por la corrupción reinante. Siendo que estaba trabajando en el sector educativo de educación pública, y mi carrera con una finalidad orientada a la educación pública, procurando un desempeño laboral óptimo, y habiendo leído nuestras leyes y reglamentos más relevantes, no encontré que hubiera debido haber ningún impedimento para llevar a buen fin estos planes. Al contrario, había miles de elementos prometedores y previstos en nuestros marcos normativos para impulsar proyectos como el mío.
Me era necesario llegar media hora tarde a mis labores debido a que la hora de salida de mis estudios coincidía con la hora de entrada en mi centro de adscripción. Sin embargo, y aunque parezca inverosímil, tuve severos obstáculos de parte de mi directora (Martha Arellano, si no equivoco su nombre) para empezar. Al buscar respaldo de mi delegada sindical, sólo parecía que me enfrentaba a otra segunda mala directora. La parte sindical apoyaba a la “autoridad” educativa, no al trabajador. Sumado a una inocultable discriminación de las personas mencionadas y el resto de mis compañeros, pues, ¿cómo o por qué el hijo del intendente, que toda su vida había sido intendente, se proponía ahora igualarlos a ellos, o legitimar las demostraciones de calidad en su conocimiento autodidacta?
A excepción del entonces subdirector Raúl Contreras, único que me reconoció y apoyó en sus posibilidades, no fue difícil que el resto de mis compañeros se confabularan para ejercer un hostigamiento constante y creciente sobre mi persona. Esto al grado de que intentaron ponerse de acuerdo para fabricar un escenario y falsificar acusaciones suficientes para ponerme en riesgo de ser despedido y perder mi plaza, adquirida por legítimo derecho. Esta situación me llevó a buscar audiencia, con pocas esperanzas, con el licenciado Jesús Márquez, en aquel entonces director de secundarias generales. Para mi sorpresa, me escuchó atentamente y fue muy cuidadoso al enfatizar que no consideraba ilegítimo ni ofensivo, para él, el haberle yo comentado que, como último recurso, y aunque perdiera la batalla, haría pública la situación. Me reconoció el derecho de expresión pública incondicional e independiente al resultado de la situación que le estaba exponiendo. Así mismo, reconociendo, celebrando, y apoyando mi proyecto de estudio, se comprometió a buscar la mejor solución para mí. De esta manera y a raíz de este problema, se promovieron las gestiones necesarias para admitirme en alguno de los centros de adscripción de oficinas centrales, y cambiar mi clave de intendencia a prefectura. Resultando afortunada para mí esta decisión, al mismo tiempo considero de relevancia describir las reacciones de la directora y compañeros en la secundaria general vespertina, así como de algunos nuevos compañeros en la subsecretaría de educación básica, pues contribuyen a evidenciar el profundo arraigo de la corrupción tanto en las costumbres de la sociedad en general como de las presumidas en nuestro gremio.
Al despedirme de ellos, la directora Martha Arellano y otros compañeros me comentaban “Te lo ganaste”. Cuando propiamente, y en realidad, no me había ganado nada. Simple y únicamente, lo que había estado intentando hacer era llevar a cabo el ejercicio de mis derechos, y que con ello hubiese podido procurar tanto mi bienestar propio, como el de mi sociedad, de manera profesional, ética e íntegra. Y lo que yo habría querido habría sido simplemente llevar a cabo mis estudios, terminarlos, convertirme legítimamente en docente, y no hubiese sido sino hasta poder constatar que un grupo al menos reducido pero consistente de mis alumnos estuviesen sacando las mejores ventajas y el mayor provecho de mis enseñanzas sobre la lengua inglesa; sólo así y sólo hasta entonces es que yo, en lo personal, podría pensar que “gané” algo. Sin embargo, ni en ese ni en otro sentido se puede decir que se haya ganado nada. Hasta el momento lo único que se ha hecho es poner el corazón, el alma y la vida, para defender el derecho a preparar un camino y a cultivar un terreno a partir del cual podemos decir “gané(mos)” algo.
Por si no fuera suficiente con lo antes relatado y para confirmar el estado de corrupción institucional que en general se vive, al llegar a oficinas centrales, muchos con la mirada, las actitudes, y al menos una compañera de nombre Angélica, al principio, me preguntó explícitamente: ¿Qué palancas tienes? ¿Quién te puso aquí? ¿Cuáles son tus influencias? Nadie llega aquí si no es porque tiene influencias, decía. Es que tengo un problema y me gustaría que me ayudes.
Salvo ese detalle, más bien extraño, no hubo nada de lo que me hubiera podido haber quejado como maltrato hacia mi persona, desde entonces hasta el inicio de la presente administración. Si bien, el profesor Vidales, en ese entonces mi subsecretario, era más o menos frío, parco y distante con todos en general, nunca hubo nada reprochable de su parte en aquel momento. También llegué a entender que detrás de su actitud fría y distante, él estaba inmerso en el análisis y la gestión de sus deberes. Había momentos en que, al terminar alguna actividad o asunto importante, también hacía evidente una sensación positiva de logro, en los que se daba oportunidad para agradecer o felicitar el trabajo de los compañeros.
Siendo consistentes y congruentes en su apoyo a la realización de mis estudios, no me tenían asignada ninguna comisión específica, sin embargo, en mi afán de aprendizaje y apoyo comencé a asistir a la encargada de los archivos de la oficina. En ese tenor terminé mis estudios y posteriormente, durante la gestión de la profesora Ramírez Analco, ante el cambio de adscripción de la encargada de archivo, y por haber estado yo fungiendo como su apoyo, fue que me comisionó ella oficialmente cómo nuevo enlace de archivo. En este momento son las 9:40 de la mañana del día viernes 7 de marzo, y es inevitable que esté llegando el día de hoy un poco tarde al trabajo. Sin embargo, ha sido muy necesario meditar y sentar los antecedentes para garantizar la solidez y solvencia, así como fundamentar mi conocimiento detallado, de la denuncia a presentar que continuaré preparando.
Por el momento interrumpiré hasta aquí. El día lunes 10 de marzo recibirá usted la continuación de mi relatoría, con la misma intención de fijar un parámetro objetivo para el juicio de mis acciones. Por la misma delicadeza del tema que nos ocupa, y atendiendo al marco legal que para la prevención y erradicación de la corrupción en diversos momentos resalta el carácter de MÁXIMA PUBLICIDAD necesaria en estos casos, no mito mencionar que estaré haciendo público en redes sociales y de cualquier otra forma que me sea posible, la elaboración de estas relatorías y su posterior asentamiento en una denuncia formal.
Por último, no tengo más que la realización de estos documentos como justificación para mi retardo inevitable el día de hoy, ya que toda la tarde de ayer, toda la noche madrugada y mañana de hoy, es que me he estado ocupando de esto. Agradeceré infinitamente su mejor y mayor comprensión posible.
noyaenserio -▄▀ ° ¿Cómo podemos hacer para reducir o evitar los mareos, tanto hombres como mujeres? Como yo soy acuario y poseo el don Andrógino del Lenguaje, he podido darme cuenta de que, obviamente, el mareo que, la mayoría de las veces, por no decir siempre, sentimos, no con la agudeza en la percepción que sería necesaria, se debe a la sensación de vértigo que correspondería a caminar y ver de frente un abismo; como si estuvieras en un lugar muy alto, rodeado por predadores o fieras de las que intentabas escapar. Sólo que ya no hay más dónde escapar.
Mueres, devorad@ por otras creaturas; o mueres, rot@ por el peso de tu propia caída. A este panorama sólo te han traído conjeturas, como no podía haber sido de otra manera; pero, lógicamente, no parece haber gran distancia, o de modo significativo, entre la realidad de tus percepciones, y lo que sea que sea tu realidad externa como «en cuanto tal»; o sea, sin que tenga que estar mediada por tus percepciones. Tú no lo sabes, o no sabes por qué tendrías que saberlo, porque no has llegado a esa etapa de tu desarrollo todavía, pero este panorama, además de ser hipotético en mi proyección, es subconsciente en tus mareos.
Ahora, por favor, deberías asumir que esta «percepción» es «real». Es decir, cada vez que tengas un mareo, imagínate que de verdad estás en esta situación. De un lado, te comen los monstruos; del otro lado, mueres por aplastamiento inverso. No hay reacción posible que te ponga a salvo, y todo el malestar que sientes se debe a que una proporción muy grande de ti que, aunque siguiendo mi sugerencia, estés imaginando que percibe el panorama que te describo; en realidad no lo percibes. Entonces, si estás en una situación de la que no puedes escapar, y tienes una percepción demasiado confusa que ni siquiera puedes poner en palabras; tienes como para saber que es normal que te sientas «mal», que pierdas todas tus fuerzas, hasta perderte en la inconciencia del desmayo.
Imagina que, si era todo real, y desmayaste; tanto el hecho de que te haya comido «algo», como el que hayas caído por la orilla de «algo» pudo haber sido «el fin». Entonces, no tendrías sensación alguna, de nada. Si piensas en esto como un punto de «alivio» al que llegar, imagina ahora esto: Un «atrás» y un «delante» como estos extremos de la fatalidad, siendo los extremos de una línea. La «línea del tiempo». Debido a que así la nombramos, así la pensamos: así «es» porque así la «creamos». Así pensamos nuestro tiempo, lo planeamos y lo vivimos, sin embargo, los extremos son difusos, parecen no corresponder a nada, y sólo tenemos «control» de algo que se nos va de las manos inmediatamente. Nuevamente, por eso el mareo: No tenemos control de nada.
¿A qué viene todo este parloteo? Disculpa. Es que, leyendo este poema, que está siendo como la manzana de Newton, por decir, para mí, ahora «sé» que el tiempo es espiral. Si nos sumergimos en los recuerdos de fb, nos daremos cuenta cómo el mismo día del año pasado estábamos teniendo una vivencia o un pensamiento similar. Lo compartimos porque nos sorprende. De hecho, el momentáneo alivio contra el mareo que nos produce el «recuerdo» de fb, resulta como uno entre otros estimulantes con los cuáles las redes sociales están diseñadas como expendios de satisfactores que nos harán revelar «datos» a los algoritmos.
Como siempre, y como en todo, la ciencia de datos ya debe tener una noción muy avanzada de cómo nuestro tiempo «no es» _lineal_, sino «espiral» y, sobre la base de este conocimiento, es que las RRSS se convirtieron en una «fuerza externa», el fb que nos atrapa en satisfactores que consumimos y que conoce mejor que nosotros mismos, similar a la religión y TV que progresivamente han moldeado las decisiones de las masas. No es algo que nos debiera causar mayor preocupación. La alienación por ignorancia siempre ha existido.
Lo que yo encuentro ahora como un descubrimiento relevante es que, apropiándonos del uso neurobiológico de los satisfactores potenciales en los recuerdos espirales como producto de un ejercicio de análisis propio, autónomo, podríamos de hecho recuperar la estabilidad, seguridad y control sobre nuestra «percepción lineal imaginaria»; mientras que el avance orgánico progresivo sobre la generación de sentido de nuestro «tiempo espiral significativo», al ir ganando consistencia, dejará de causarnos las sensaciones desagradables habitualmente asociadas a nuestra percepción confusa normal acerca del tiempo lineal imaginario.
Por otra parte, además de mejorar el malestar del mareo, siguiendo esta línea de investigación podríamos encontrarnos una beta de búsqueda virtualmente inagotable, ya que tener en nuestras manos y tan anclada a nuestra sensación de bienestar, la clave de la comprensión «completa» (lo que Einstein no entendió sobre Bergson, y que Bergson no logró que Einstein asumiera como duda) sobre el tiempo, tiene el potencial de abrirnos las puertas a una nueva era de revolución científica humana, con la filósofa de la ciencia e historia de la ciencia Jimena Canales, la poeta Lorena Garduño, la noabogada Astro Damus y el poiosopho Jorge Castillo Martínez como los primeros gérmenes, la raíz mexicana de estos nuevos conocimientos por despejar; para nuestra más segura y mejor evolución como especie humana.
JCM
La distribución de créditos corresponde a que, sin Jimena Canales, jamás habría metido el puñal en este costado del tiempo que ella ha explorado tan hermosamente. Lorena Garduño compartió el poema, cuyo tema como mal amigo me recuerda a mí mismo tanto. Y Astro Damus, como el aspecto inframundano de una musa trismegista conjugada, es quien comprende el proceso por el cual juzgué necesario para mí mismo el estudiar la licenciatura en derecho. Como observé, si bien no tengo amig@s, los flujos de «pensamiento Fregeano», como espectros de amistad femenina diótímica, me dan todo que agradecer a ellas y muchas mujeres como ellas que en un momento u otro, parece que han sido siempre, incluso antes de conocerlas, invakluables maestras para mí.
A continuación, el poema de Astro Damus.
Nunca supe ser una buena amiga. Nunca supe la fórmula secreta; la receta complicada o sencilla, los pasos correctos del manual.
Siempre fallé en las llamadas, acomodé mal los horarios en la agenda, olvidé los cumpleaños, fui mala consejera; no supe lamer bien las heridas. Siempre fui muy racional.
Me ausenté días, quizás semanas, perdí los mensajes, llegué tarde a las citas, rumié mucho en mi cabeza. Sentía la culpa como una vela a punto de hacerse incendio.
No felicité a tiempo, no canté las mañanitas, no investigué bien su vida. Pregunté cosas bobas, cosas que ya debía saber.
No me alegré de sus logros lo suficiente, no me entristecí de sus penas lo suficiente, no me callé lo suficiente. Nunca fui suficiente.
Jamás fui la cómplice perfecta, la que idolatra los fantasmas y adormece las ideas. Sólo fui una pared con la cual hablar; un pañuelo mordido a medias, llorado a medias.
Yo tenía todas sus lágrimas en mis manos como en una pecera. Yo fui las aletas, pero no los ojos para poder llorar con ella.
Nunca supe cómo nadar en tanta tristeza porque yo también he estado triste y tampoco sé qué pies ponerle al vacío.
Es la vida la que llega tarde cuando el único tema es la muerte. Yo no supe cómo contenerle. ¿Será que todas las amigas buscan a una madre?
Pero yo no puedo ser la madre de nadie. Si en mí habita una madre terrible que me juzga siempre, ¿cómo puedo ser la madre que quiera acurrucarte en el regazo que no tiene?
Nunca supe ser lo que hacía valer su carencia, nunca supe pedir disculpas (aunque siempre me disculpé por todo). No llegué la noche en la que el mundo estaba a punto de cerrarle los ojos.
Nunca fui la hoja en blanco donde podía tachar todo su enojo. No fui más que un pedazo de tela con los nombres de sus pesadillas.
Nunca supe ser una buena amiga. De esas que se sacrifican, que se ofrecen a sí mismas como tributo; una moneda de cambio, el trueque perfecto con la mierda.
Estar a la sombra cuando se me necesitara; estar bajo la luz como un espejo donde su sombra hiciera nido hasta quitarme mi sitio.
Yo sólo supe hacer de mí, mi única casa. Porque cuando alguna vez abrí todas mis puertas, una buena amiga terminó cerrándolas.
EL GOBERNADOR TIENE MIEDO DEL RESULTADO DE LA CONSULTA Y ORDENA CREAR, «LOS AMIGOS DE JULIO»*
A medida que el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, se acerca a la mitad de su mandato, el descontento entre los Hidalguenses crece y crece.
DIVERSAS ORGANIZACIONES CIVILES, están EXIGIENDO LA REVOCACIÓN de su MANDATO, reflejando el hartazgo, ante un gobierno que, no ha dado los resultados prometidos pero _*Menchafa se sigue gastando los impuestos que paga el pueblo en obras inútiles que nunca fueron consultadas.*_
Menchaca está consciente del riesgo que enfrenta, por tanto, ha comenzado a promover grupos que defiendan su permanencia.
En días recientes, la senadora Simey Olvera y la diputada Diana Rangel convocaron a los presidentes municipales del distrito 7 que menos resultados han dado en sus municipios.
La reunión se llevó a cabo en Mixquiahuala, Hidalgo, con la participación de los presidentes municipales de::
-MIXQUIAHUALA
-FRANCISCO I. MADERO
-PROGRESO
-SAN SALVADOR
-CHILCUAUTLA
Aunque oficialmente el encuentro se presentó como una «expo laboral», en realidad, el objetivo fue la conformación del grupo «LOS AMIGOS DE JULIO», cuyo propósito es defender al gobernador ante la inminente REVOCACIÓN de mandato que se llevará a cabo este 2025.
_*Menchaca, reconoce que el resultado de la consulta NO LE SERÁ FAVORABLE.*_
Por eso, su estrategia se centra en asegurar su permanencia mediante el respaldo de estos grupos afines a su gobierno.
Ante este panorama, surgen cuestionamientos importantes:
-¿Qué han hecho de bueno la senadora Simey Olvera y la diputada Diana Rangel por sus distritos como para respaldar la gestión del gobernador?
Simey lleva casi 10 años viviendo del pueblo sin dar resultados significativos para su distrito y para Hidalgo.
-¿Los presidentes municipales que se han sumado a esta estrategia realmente, han dado buenos resultados en sus municipios?
SI ESTÁS A FAVOR DE LA REVOCACIÓN DE Menchaca, agrégate al siguiente grupo y ayúdanos a informar a los Hidalguenses que podemos mejorar nuestra situación actual…
*REVOCACIÓN DEL GOBERNADOR JULIO MENCHACA::EL GOBERNADOR TIENE MIEDO DEL RESULTADO DE LA CONSULTA Y ORDENA CREAR, «LOS AMIGOS DE JULIO»*
A medida que el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, se acerca a la mitad de su mandato, el descontento entre los Hidalguenses crece y crece.
DIVERSAS ORGANIZACIONES CIVILES, están EXIGIENDO LA REVOCACIÓN de su MANDATO, reflejando el hartazgo, ante un gobierno que, no ha dado los resultados prometidos pero _*Menchafa se sigue gastando los impuestos que paga el pueblo en obras inútiles que nunca fueron consultadas.*_
Menchaca está consciente del riesgo que enfrenta, por tanto, ha comenzado a promover grupos que defiendan su permanencia.
En días recientes, la senadora Simey Olvera y la diputada Diana Rangel convocaron a los presidentes municipales del distrito 7 que menos resultados han dado en sus municipios.
La reunión se llevó a cabo en Mixquiahuala, Hidalgo, con la participación de los presidentes municipales de::
-MIXQUIAHUALA
-FRANCISCO I. MADERO
-PROGRESO
-SAN SALVADOR
-CHILCUAUTLA
Aunque oficialmente el encuentro se presentó como una «expo laboral», en realidad, el objetivo fue la conformación del grupo «LOS AMIGOS DE JULIO», cuyo propósito es defender al gobernador ante la inminente REVOCACIÓN de mandato que se llevará a cabo este 2025.
_*Menchaca, reconoce que el resultado de la consulta NO LE SERÁ FAVORABLE.*_
Por eso, su estrategia se centra en asegurar su permanencia mediante el respaldo de estos grupos afines a su gobierno.
Ante este panorama, surgen cuestionamientos importantes:
-¿Qué han hecho de bueno la senadora Simey Olvera y la diputada Diana Rangel por sus distritos como para respaldar la gestión del gobernador?
Simey lleva casi 10 años viviendo del pueblo sin dar resultados significativos para su distrito y para Hidalgo.
-¿Los presidentes municipales que se han sumado a esta estrategia realmente, han dado buenos resultados en sus municipios?
SI ESTÁS A FAVOR DE LA REVOCACIÓN DE Menchaca, agrégate al siguiente grupo y ayúdanos a informar a los Hidalguenses que podemos mejorar nuestra situación actual…
El contexto al que alude el texto leído, sobre Derechos Humanos y Estado de Derecho (Bravo Aguilar, 21007), en palabras un poco más “duras” y sencillas, es aquel donde una serie de hechos, replicados en mayor o menor medida, en todos los niveles de gobierno, en diversos momentos históricos y recientes, que demuestran abusos de poder, impunidad y desigualdad, nos hacen cuestionarnos sobre la legitimidad de nuestros gobiernos y leyes. ¿Por qué en “la realidad” la sola redacción y compendio de nuestras leyes no es capaz de regular nada? Puesto que su aplicación es por demás deficiente.
Se realiza un recorrido histórico y conceptual detallado, me parece que por dos razones principales. Detrás de la valoración histórica del concepto de estado de derecho, hay un sentido de que, como grupos humanos, estamos fuertemente condicionados por “la costumbre”. Es decir, considerando que en conjunto, tenemos más tiempo como sociedad medieval-colonial-feudalista —300 años— y como estado moderno —en 200 años— no hemos logrado llevar a los hechos los principios y postulados del tipo de estado liberal occidental que se supone conformamos. Sólo haciendo consciencia de la importancia sobre la rectificación individuo-social de nuestras costumbres, es que podemos asumir este proyecto como propio, y decidir el abandono de costumbres obsoletas, por otras que nos den como resultado el progreso colectivo que se supone que buscamos. En otra forma de plantear este punto: hacemos un repaso histórico porque necesitamos entender la necesidad de reformar nuestras costumbres, e imprimirles un sello de proyecto colectivo que no se ha podido concretar en nuestra identidad social como “mexicanos” en tanto que grupo humano uniforme que comparta y busque los mismos intereses.
El recorrido conceptual intenta, en la medida de lo posible, subsanar nuestro terrible nivel de ignorancia, pues como sociedad feudal que actuamos, no somos capaces de ver que, en el aspecto colectivo, estamos fomentando nuestra propia desgracia, creando nuestra propia pobreza material y nuestra ruina moral. Pues no otra cosa es la ignorancia que nuestra propia ruina completa.
Esto nos remite al texto “En torno al tópico…”, de Emmanuel Kant. El autor Jaime Haro, en su exposición, innegablemente nos está diciendo, también, que los conocimientos teóricos no son “inservibles” en la práctica, sino que, muy al contrario, la ignorancia personal y social que muchos cuidamos y protegemos con todo nuestro esfuerzo, esa “ignorancia” y ese “fanatismo”, nos hacen inservibles a nosotros mismos para nosotros mismos.
De esta manera, el término “progresivo(s)” con que se definen los derechos humanos en las leyes más actuales, no solamente habla de la cantidad de derechos que ya no se pueden perder ni dejar de proteger, sino del ejercicio de la vida humana que el proyecto histórico de “modernidad” implica, de esa práctica completa de nuestras vidas que puedan basarse en el conocimiento objetivo, la racionalidad humana en su mayor capacidad, y la libertad individual como única posibilidad lógica (positivable) de bienestar colectivo: de este mismo estado de derecho del que hablamos.
De aquí que, si como miembros ciudadanos del estado, cuanto más como abogados, no vigilamos y propiciamos nosotros mismos el estado de derecho, tan claramente concebido y tan históricamente urgente de realizar como lo es: a lo que abonamos y lo que seguiremos ocasionando, como consecuencia, será la injusticia, la pobreza, la corrupción (criminalidad institucional), la impunidad, el abuso de poder y el retraso y rezago de nuestro país tanto como el individual. Decían, tanto Platón como Aristóteles: “aquel que no es capaz de gobernarse a sí mismo, merece ser esclavo de otros.”
DERECHO, 1er SMTRE MATERIA: INTEGRIDAD EN EL SERVICIO PÚBLICO
DOCENTE:Dra. Nelly Huerta FernándezTÍTULO:Reporte de Lectura General. Derechos Humanos y Estado de Derecho: una visión contemporánea.
ALUMNO: Jorge Castillo Martínez ES241112761
FECHA: Pachuca de Soto, Hidalgo; a 16 de febrero de 2025
Fuentes de consulta:
Bravo Aguilar, N. T. José de Jesús Covarrubias Dueñas y García Murillo, J. G. (2007). Derechos Humanos y Estado de Derecho: una visión contemporánea: (ed.). Guadalajara, Jalisco, México: Universidad de Guadalajara. https://elibro.net/es/ereader/unadmexico/74327
Es importante visualizar ejemplos concretos de personas que se conducen con integridad en el contexto del servicio público. En primer lugar, vamos a enumerar los pilares de la integridad consideradas. De los ejemplos encontrados vamos a destacar al menos 5.
1. Honestidad
2. Responsabilidad
3. Justicia
4. Respeto
5. Lealtad
6. Transparencia
EJEMPLOS
María de Los Ángeles Moreno Uriegas
Fue la primera mujer en ocupar diversos puestos públicos, como una secretaría de estado siendo una de las dos mujeres del gabinete de 1988, como senadora, y como primera presidenta nacional del PRI, siendo una voz importante en el movimiento feminista mexicano. Se puede destacar su búsqueda de igualdad entre hombres y mujeres como una muestra del pilar de la justicia. Su constancia en la causa por la que luchó, como un ejemplo de responsabilidad y lealtad. Como muestra de respeto, está su alianza con mujeres de todos los partidos; es decir, tomaba en cuenta otras voces relacionadas a la solución de problemas, por encima de una postura gregaria partidista. La transparencia está presente cuando llama a la participación general, a la observación, participación y generación de propuestas de los jóvenes en la vida política del país.
Teniente coronel Stuart Couch
Basada en hechos reales la película “el mauritano” nos permite apreciar el ejemplo de un funcionario del ejército de los Estados Unidos encargado de llevar a cabo la acusación de un árabe, que se creía vinculado a los hechos de las Torres Gemelas, ignorando que estaba siendo injustamente privado de su libertad por el gobierno de los Estados Unidos.
Una vez que se da cuenta de que la evidencia en contra de su acusado estaba haciendo fabricada, decide de tener su proceso y comunicar sus hallazgos a sus superiores, quienes por este hecho lo consideran como traidor. Razón que lo lleva a abandonar su posición en el ejército. Posteriormente fue funcionario del departamento de justicia. Expondremos las razones por las que consideramos se presentan los pilares de la integridad en la conducta de la persona mencionada. Se ejerce la honestidad puesto que se niega a sostener argumentos falsos. Se conduce con responsabilidad, porque lleva a cabo una investigación minuciosa. Procede con justicia puesto que se niega a actuar de manera que sus acciones produzcan un hecho injusto. Manifiesta respeto cuando habla con la que sería la abogada defensora, sin hacer juicios machistas ni menospreciar la capacidad profesional de su contraparte legal por ese u otro prejuicio. La escucha atentamente y acepta aquellos puntos en los que ella le demuestra tener razón. Es leal con sus principios éticos y profesionales, y el bien común de su país.
Conclusiones
Si las personas que se supone tienen el encargo del bien común no actúan según su función, además de hacer un daño social se lo hacen a sí mismos porque, siendo parte de la colectividad, se hacen vulnerables a que, en un momento dado, las consecuencias del mal colectivo que provocan, les alcancen.
El Código de Ética del Servicio Públicoestablece los principios y valores fundamentales que deben regir la conducta de las personas servidoras públicas. En este análisis se abordarán los artículos 6 al 12, los cuales presentan los valores de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia, eficacia y transparencia. Estos principios son esenciales para garantizar un desempeño ético y responsable en el ejercicio de la función pública, fortaleciendo la confianza ciudadana en las instituciones gubernamentales.
Artículo 6: Legalidad
El principio de legalidad establece que las personas servidoras públicas deben actuar conforme a las normas que rigen sus funciones. Este precepto busca asegurar que las acciones de los servidores públicos se mantengan dentro del marco jurídico, evitando abusos de poder y arbitrariedades.
Entre las conductas prohibidas destacan:
La realización de procesos de selección de personal sin considerar la competencia por mérito.
Actos de proselitismo en períodos restringidos por las autoridades electorales.
Falsificación de documentos o registros.
Incumplimiento de resoluciones jurisdiccionales en los plazos establecidos.
Importancia: Este artículo resalta la necesidad de un comportamiento apegado a las leyes para prevenir actos de corrupción y garantizar que las decisiones en el servicio público sean legítimas y transparentes.
Artículo 7: Honradez
La honradez implica actuar con rectitud y evitar el uso del cargo público para obtener beneficios personales o para terceros. Este valor busca prevenir conflictos de interés y garantizar la integridad de las personas en el servicio público.
Conductas a evitar:
Omitir la presentación de declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscales.
Divulgar información privilegiada en beneficio propio o de terceros.
Solicitar o recibir beneficios indebidos de empresas contratistas.
Obtener beneficios personales o familiares provenientes de programas gubernamentales.
Importancia: Este principio es esencial para proteger los recursos públicos y mantener la confianza ciudadana en las instituciones gubernamentales.
Artículo 8: Lealtad
La lealtad exige que las personas servidoras públicas actúen en beneficio del interés colectivo, priorizando las necesidades de la sociedad por encima de intereses particulares.
Conductas a evitar:
Actuar con una actitud negativa de servicio.
Favorecer indebidamente intereses particulares o empresariales.
Comprometer los intereses y objetivos de las dependencias públicas.
Abandonar las funciones propias del cargo sin justificación legal.
Importancia: Este artículo subraya la obligación de los servidores públicos de corresponder a la confianza depositada por la sociedad, actuando con profesionalismo y vocación de servicio.
Artículo 9: Imparcialidad
La imparcialidad requiere que las personas servidoras públicas actúen de manera objetiva, garantizando un trato igualitario a todas las personas físicas y morales, sin privilegios indebidos.
Conductas a evitar:
Favorecer a familiares en procesos de selección o contratación.
Tomar decisiones en contrataciones públicas con intereses particulares.
Reunirse con licitantes o contratistas para fines personales.
No excusarse en casos de conflicto de interés.
Importancia: Este principio asegura que las decisiones en el servicio público se tomen en función del bienestar colectivo, evitando favoritismos y prácticas discriminatorias.
Artículo 10: Eficiencia
La eficiencia establece que los recursos públicos deben ser utilizados de manera austera, racional y sostenible, logrando los mejores resultados para la sociedad.
Conductas a evitar:
Uso indebido de recursos públicos, como vehículos, oficinas o insumos.
Requerir al personal público para realizar tareas de carácter privado.
Desperdicio de recursos como agua, energía o materiales.
Ejercer presupuestos de manera innecesaria o frívola.
Importancia: Este artículo busca garantizar una administración responsable de los recursos públicos, promoviendo la austeridad y la sustentabilidad en el ejercicio gubernamental.
Artículo 11: Eficacia
La eficacia implica desarrollar las funciones públicas con profesionalismo y disciplina, asegurando el cumplimiento de los objetivos institucionales.
Conductas a evitar:
Instruir al personal para realizar tareas privadas.
Negarse a capacitarse o impedir la capacitación del personal.
Retrasar trámites y servicios de forma negligente.
No corregir procesos deficientes en áreas bajo su responsabilidad.
Importancia: Este principio promueve una cultura de servicio orientada a resultados, mejorando la calidad y la oportunidad de los servicios públicos.
Artículo 12: Transparencia
La transparencia garantiza que la información generada en el ejercicio de la función pública sea accesible para la sociedad, permitiendo una rendición de cuentas efectiva.
Conductas a evitar:
Ocultar información de manera negligente o dolosa.
Clasificar información como confidencial sin justificación normativa.
Alterar, destruir o divulgar información sin causa legítima.
Tratar datos personales sin cumplir con las normativas de privacidad.
Importancia: Este artículo refuerza el derecho de la ciudadanía a conocer cómo se administran los recursos públicos, fomentando la rendición de cuentas y el combate a la opacidad.
Conclusión
Los artículos 6 al 12 del Código de Ética del Servicio Público establecen un marco normativo indispensable para garantizar un desempeño ético en el servicio público. Cada principio —legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia, eficacia y transparencia— contribuye al fortalecimiento de la confianza ciudadana y a la construcción de un gobierno más responsable y orientado al bienestar colectivo. La implementación y vigilancia del cumplimiento de estos principios son esenciales para consolidar una administración pública íntegra y eficiente.
Fuentes de consulta: Código de Ética de la Administración Pública Federal. Diario Oficial de la Federación. (2022)
Estoy vendiendo mi intimidad; igual que algunas mujeres en Instagram, de todas las edades, que publican sus fotos o videos, bailando semidesnudas o realizando gestos pornográficos.
Nada más que mi intimidad es mucho más interesante. Yo tengo una desnudez más profunda que la desnudez prostituida de la piel: algo que pudiera dar muchas más ganancias, o mucha mayor vergüenza.
Una pequeña muestra de tal intimidad corresponde a que comencé a estudiar la carrera de derecho, de la cual voy a mostrarles mi primera tarea entregada, de la materia Integridad en el Servicio Público, para la cual respondí el siguiente cuestionario.
1. ¿Qué idea posee sobre la ética en el contexto de la administración pública?
En lo personal, tengo casi 11 años de trabajar como servidor público en el sector educativo. Lamentablemente no puedo decir lo mejor. Creo que en general existe una escasa conciencia ética sobre lo que significa un buen desempeño en el servicio público.
De hecho, una de las razones por las que me interesa estudiar derecho, es para poder lidiar con esta clase de problemas de una forma más contundente. Para defender mi autonomía en este ambiente, he ejercido varias veces la defensa y la denuncia. Pero aún no es suficiente. También he experimentado que los abogados pueden pecar de prudencia, y evitan interponer recursos a favor del cliente o una persona afectada, con la idea de no “meterse en problemas” con las autoridades, por miedo a sentirse bloqueados o atacados en sus labores. En estos casos, solamente la persona que sufre un abuso de una autoridad, quizá solamente ella, continuaría con procesos legales hasta las últimas consecuencias. Y muchas veces, no es así. Muchas veces, la mayoría, las víctimas aceptan “dejar las cosas por la paz”.
Ahora que hubo alternancia de gobierno, sigue habiendo una corrupción descarada, porque la cultura del servicio público en el estado de Hidalgo es la de aprovechar cualquier oportunidad de pescar un hueso, en lugar de buscar un verdadero desarrollo colectivo. De esta manera, los fines de las instituciones se ven corrompidos por su mismo personal, y por los advenedizos incapaces que ponen por dedazo los funcionarios electos, quienes sólo persiguen sus propios intereses.
La ética del servicio público es simulada. Sin embargo, si hiciéramos valer cada palabra de nuestros documentos fundamentales (constitución, leyes orgánicas, declaraciones internacionales, etc.), tendríamos el país que soñamos, el que podemos crear, si nos lo proponemos.
2. ¿Cuáles cree que son las principales responsabilidades éticas de un servidor público?
Tener clara la importancia de su posición y el impacto que puede tener y que de hecho tiene sobre todo un colectivo numeroso de personas. Cualquier servidor público debe saber que toda función no realizada con excelencia es un ataque, una vejación, ultraje y daño a toda la sociedad a la que debiera servir.
3. ¿Considera que un servidor público pueda enfrentarse a un dilema ético en su jornada diaria? De ser así, comparta un ejemplo.
Pondré un ejemplo personal. En la administración anterior tenía como una de mis actividades la de ser enlace de archivo. Existe una ley general de archivo a nivel nacional, existe una ley de archivo del estado, existen reglamentos y manuales para llevar a cabo este proceso, el cual es fundamental para la transparencia y rendición de cuentas. En la ingenuidad de que el nuevo gobierno sería más abierto, honesto, e interesado en mejorar los procesos de transparencia, intenté hacer varias observaciones sobre aspectos que no permitían llevar a cabo un trabajo adecuado sobre este proceso y manejo del archivo.
Cuando comenzó a ser obvio que las nuevas autoridades, Myrlén Salas Dorantes y Natividad Castrejón Valdez, Subsecretaria de Educación Básica y Secretario respectivamente, no deseaban hacer ninguna cosa relevante sobre el tema, debí atravesar ese dilema entre dejar el asunto por la paz, o seguir señalándolo, dando seguimiento, y enfrentándolo lo más posible. Cuando comenzó a ser obvio que la reacción del los «superiores» era injusta, prácticamente todos mis compañeros cercanos debieron tener un dilema ético, si es que fueran capaces de tener conciencia ética, pero a todas luces lo que decidieron no fue defender lo justo sino lo que les convenía a ellos. O quizá de verdad no se dieron cuenta de nada. Compañeros de otras instancias me apoyaron un poco más, pero ciertamente no hasta donde es posible.
Hace poco vi una película titulada El Mauritano, dónde se lleva a cabo por dos abogadas lo que considero el ejercicio ideal de la abogacía. Ellas estaban comprometidas en la defensa del mauritano, alguien injustamente procesado por los ataques del 9/11 y que era privado de su libertad sin llegar a ser procesado ni condenado por algún delito. De pronto parecía haber la percepción social de que no importaba si los condenados eran simples chivos expiatorios, siempre que hubiere alguna clase de venganza.
No obstante, las abogadas defendían al mauritano, en razón de la ley misma. Es decir que, si en cualquier momento permitimos que alguien sea tratado fuera de la ley, en ese mismo momento nos exponemos a nosotros mismosa tod@s, a ser tratados injustamente. Es decir que no solamente eran personas muy sensibles y humanitarias, sino que estaban distinguiendo el punto en el cual el ejercicio de sus profesiones significa la construcción de un bien colectivo, o el daño irreparable e injusto a cualquier individuo y su colectividad.
“El otro siempre soy yo mismo”.
4. ¿Cómo afecta la corrupción a la percepción de la ética en el servicio público?
Provoca pobreza, desigualdad y rezago en toda su población. Desafortunadamente la misma población justifica e incluso produce servidores públicos deshonestos. Una percepción muy extendida es la de que cada uno debe buscar su bien personal. Es decir, hay una clase de percepción en la cual el ciudadano común piensa que, si estuviera en la posición del funcionario, haría lo mismo. Si platico con alguien al azar, un taxista, por ejemplo, me diría en su percepción que los funcionarios son corruptos en general, pero será por lo incapaz de mencionar o referir un caso específico de corrupción. De modo que si, en general, sabemos que hay corrupción, y no investigamos acerca de esto, y no tratamos de evitarlo, es equivalente a permitirlo.
Necesitamos promover una percepción desde la cual todo ciudadano es responsable también del bien colectivo. De manera que utilice las herramientas legales que tiene para señalar, denunciar y defenderse de actos indebidos llevados a cabo por funcionarios, cualquiera que sea. Como ciudadanos debemos interesarnos en general por todas aquellas cosas que significan el mejoramiento o el atraso colectivo. Solo en esa medida y de esa manera podemos decir que seamos un estado democrático.
La ética es el único seguro que puede haber en cuanto a un bien colectivo. Sin ética, simplemente, el bien colectivo no sucederá.
5. ¿Qué valores considera esenciales para un servidor público y por qué?
Los valores esenciales son: integridad, imparcialidad, transparencia, liderazgo auténtico, honestidad. Es evidente que aquellos funcionarios que son electos ejercen alguna clase de liderazgo. Pero difícilmente es el liderazgo correcto. Si acaso, el único ejemplo de liderazgo que puedo rescatar es el de la maestra Francisca Ramírez Analco. Excepto el caso de ella, todos nuestros líderes nos empujan a un estado retrógrada consistente en hacer lo de siempre. Mientras que prácticamente nadie se atreve a ser una clase de líder que inspire a cambiar de hábitos y de visión.
Betanzos Torres, E. O. (2018). Acciones para el fomento de la ética y la integridad en la administración pública federal mexicana.
Código de Ética de la Administración Pública Federal. Diario Oficial de la Federación. (2022)
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